Notas del Pastor MJ: Principio de un avivamiento

En días recientes escuchaba una reflexión de Ann Graham Lotz que impactó mi corazón. Ella hablaba acerca de la oración de Daniel recogida en el capítulo 9 de su libro y decía que este clamor era el principio de un avivamiento.  En medio de un escenario de cautiverio, producto del pecado del pueblo, Daniel decide interceder en oración, pero lo hace con un lenguaje inclusivo:

Nota que Daniel no habla del pecado del pueblo en tercera persona, sino que se incluye a sí mismo dentro del problema.  Todo el tiempo Daniel usa la palabra “hemos”, como parte de la confesión de pecados de su pueblo.  Esto es una enseñanza poderosa, porque para poder ver un avivamiento en medio nuestro, lo primero que tengo que hacer es verificar que todo entre Dios y yo está en orden.  El avivamiento siempre va a comenzar por mi mismo.  Los cambios proféticos que estamos anhelando siempre van a tener un comienzo y ese comienzo va a depender de mi relación con Dios.  Parece extraño decir esto porque casi siempre vemos los problemas que enfrentamos como sociedad desde una perspectiva distante.  Pero; ¿qué tal si lo que hace falta es que Dios comience a trabajar conmigo y me transforme? ¿Qué tal si lo que hace falta es que yo reconozca mi parte en el problema para que pueda volverme parte de la solución? ¿Qué tal si lo que Dios está buscando es convertirme en un intercesor con un corazón que pueda latir a favor de la misericordia de Dios para con su pueblo?

Estoy convencido de que ahí es donde comienza el avivamiento.  Te invito a que cambies tu manera de clamar, tal y como lo hacía Daniel.  Dios nunca rechaza al corazón contrito y humillado.  Si muchos nos unimos en oración de esa forma vamos a mover el trono de Dios a misericordia.