986 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVII • 5 de enero del 2025

986 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVII • 5 de enero del 2025
Resoluciones de esperanza para un año nuevo
 
11 Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. 12 Y otra vez dice Isaías: Estará la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. 13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Rom 15:11-13, RV 1960)

Sin duda alguna que el año 2024 fue un año transformativo. Los doce (12) meses de ese año bisiesto sirvieron para transformar nuestra visión e interpretación de muchas áreas vitales de nuestra existencia. Nuestra visión del mundo fue transformada. Basta considerar el reajuste inesperado de las políticas nacionales de muchos países, cambios de políticas de izquierda a gobiernos de derecha radical. Con muy pocas excepciones esto ocurrió en todo el mundo. Países como Alemania, Argentina, El Salvador y los Estados Unidos son ejemplos de esto. ¿Qué mensaje están comunicando estos pueblos? ¿Cuáles son las agendas políticas y socioeconómicas a las que decidieron renunciar? ¿Qué mensaje y cuáles filosofías de vida decidieron abrazar?

Nuestra visión del clima también fue transformada. A través de muchos años hemos sido bombardeados con la hipótesis de un cambio climático acelerado. Sabemos que tan solo en los pasados 2000 años el planeta ha experimentado períodos en los que las temperaturas se han elevado o han sucumbido drásticamente.

  • the Roman Warm Period (primeros siglos de la Era Cristiana)
  • the Dark Ages Cold Period (entre el año 400DC y el 800DC)
  • the Medieval Warm Period, (el planeta se descongeló entre el 800DC y el 1200 DC)[1]
  • the Little Ice Age (siglo 16 al 19DC)[2],[3]

No obstante, el período interglaciar en el que vivimos llamado Holoceno, período que se ha
extendido por cerca de 12,000 años, se ha visto interrumpido. Las temperaturas en el planeta han aumentado en los últimos 100 años en un rango de 10 veces más rápido que el promedio de aumento después de una edad de hielo (“ice age”).[4] Todo esto a causa de nuestra pobre mayordomía como habitantes de este planeta.[5],[6],[7],[8],[9] Las formas y maneras en las que hemos contaminado nuestra atmósfera están comenzando a pasarnos la factura. El calor experimentado en el año que acaba de concluir, así como los efectos de este en el clima global ayudaron en la transformación de nuestra visión del clima.
 
Nuestra visión de la política norteamericana fue transformada. La incapacidad para gobernar del saliente presidente Joseph Robinette Biden, incapacidad ahora aceptada por todos los medios de comunicación, nos condujo a formularnos varias preguntas. Una de estas, ¿quién gobernaba la nación durante estos años? Otra, ¿por qué la necedad de insistir en no aceptar la crisis económica en la que todo el país estaba sumido? Además, ¿por qué insistir en mantener una candidata a la presidencia del país que se burlaba abiertamente de aquellos que exclamaban que Jesucristo es el Señor? ¿Qué sucedió con la inmensa mayoría de las grandes cadenas televisivas norteamericanas que las llevó a perder la credibilidad y la confianza del pueblo norteamericano? ¿Qué fue lo que realmente vio la mayoría del pueblo en la candidatura y el mensaje del ex presidente Donald J. Trump?

Podemos continuar realizando este ejercicio con nuestra visión de la situación holística de nuestro país, así como del estado de las familias que viven aquí. Los resultados serán los mismos: el año 2024 fue uno que transformó nuestras visiones del mundo que nos rodea.
Ante este cuadro cabe entonces una pregunta, ¿cómo debemos enfrentar el año que acaba de comenzar? La respuesta bíblica es contundente: debemos hacerlo con la esperanza puesta en que nuestro Dios es el Señor de la historia y es el Dios de esperanza. Reconocemos que estas expresiones pueden parecer hasta aseveraciones extraídas de una campaña mediática, o de un curso de motivación. La verdad es que el análisis y el desarrollo de las bases bíblicas que expondremos a continuación probarán que esa conclusión no es correcta. El llamado de Dios para este año que apenas comienza es que nos abracemos a la esperanza creyendo y sabiendo que la esperanza puesta en Dios nunca nos dejará en vergüenza (Rom 5:5).

La carta del Apóstol Pablo a Los Romanos es uno de los recursos bíblicos que nos provee las herramientas para lograr hacer esto que hemos propuesto. “El Evangelio según Pablo,” como bien lo ha llamado el Profesor R. J. Utley,[10] es la carta magna del Apóstol de los gentiles. Pablo dedica los primeros 11 capítulos de esta carta para delinear un tratado exhaustivo de la estructura teológica del mensaje de Jesús, del mensaje del Evangelio. Los capítulos 12 al 15 son considerados como aplicaciones, como consejo moral (parénesis). El último capítulo, el 16, es dedicado a saludos y a otros menesteres ministeriales. El capítulo 15 es utilizado por Pablo para presentar un cierre que es simplemente espectacular. De hecho, el verso 13 de ese capítulo es considerado por muchos como una oración que Pablo levanta a favor de la Iglesia o como una doxología.

"13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Rom 15:13, RV 1960)

Siendo esto así, tenemos que glorificar a Dios por la descripción de Dios que este Apóstol nos regala. ¡Qué clase de Dios es ese al que Pablo ora! Este Apóstol señala aquí que él ora al Dios de esperanza. Esta aseveración en sí misma es un llamado a que oremos con confianza. Sí, el año 2025 es un año para orar con plena confianza porque nuestro Dios es el Dios de esperanza (“elpís”, G1680). En otras palabras, el 2025 tiene que vernos ceñidos a la esperanza, ceñidos a la obediencia a la Palabra y ceñidos a la oración. La fórmula que ese Apóstol nos regala aquí describe que cuando pedimos a Dios que nos llene de esperanza Dios decide llenarnos de todo gozo (“chara”, G5479) y paz (“eirēnē”, G1515). Ese verso dice que la combinación del gozo, esa plenitud de alegría, de deleite tranquilo y la paz que da Dios, es utilizada por el Espíritu Santo para hacer que seamos saturados con esperanza abundante (“perisseuō”, G4052), superabundante, en exceso, que aumenta, que permanece. O como dice el Thayer’s,[11] que excede un número fijo de medidas, que sobrarán y quedarán por encima de ese número.

Las versiones bíblicas Reina Valera de 1960 y Dios Habla Hoy nos dicen que la esperanza que el Espíritu Santo provoca y regala con esto es abundante. La Nueva Traducción Viviente dice que es esperanza segura. La versión Palabra de Dios para Todos dice lo siguiente:

Así tendrán tanta esperanza que llegará a otros por el poder del Espíritu Santo.” (PDT)

¿Cómo vamos a enfrentar el nuevo año? Lo haremos abundando en la esperanza, con una esperanza segura en Cristo y con una esperanza contagiosa. Recordamos que esto no es un pensamiento novel del Apóstol Pablo. Es el mismo Apóstol el que señala que estas son las características del Reino de Dios.

17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”  (Rom 14:17)

Calvino decía que este clamor del Apóstol destaca que se trata de una fe (capacidad para creer) que está conectada con la paz y el gozo que da el Señor: “…os llene de todo gozo y paz en el creer”. O sea, que para que nuestra paz sea la paz dada y aprobada por Dios tenemos que estar unidos en la fe: entrelazados por una fe real y genuina. Hay que creer, decir amén a lo que el Señor nos ha dicho en Su Palabra. La resolución es que el 2025 sea un año en el que nuestra fe será definida como fe puesta en práctica. La buena noticia, según lo descrito por Calvino es que todo esto se hace realidad a pesar de nuestras luchas y/o nuestras debilidades. Esto es labor del Espíritu Santo en y para todo aquél que cree. Pablo dice aquí que quien hace esto realidad es el Espíritu Santo. Por lo tanto, la invitación es que el 2025 sea un año en el que operemos en el poder del Espíritu Santo como nunca antes. Después de todo es Él el que opera en nosotros la fe, la esperanza, el gozo y la paz.[12]

Repetimos que el resultado de esta promesa es esperanza abundante. O sea, que estas dos bendiciones espirituales, el gozo y la paz que Dios nos da, producirán siempre una esperanza más rica. Esto, no por medio del poder humano ni según una medida humana, sino en la medida interna y el poder divino del Espíritu Santo.[13] Hemos dicho aquí que el verso 13 de este capítulo es considerado por algunos exégetas bíblicos como una doxología; una recapitulación de la gloria de Dios por todo lo antes dicho. En este caso, para la unidad que comienza en el verso 1 del capítulo 14 de esta carta.[14] Por otro lado, los conceptos gozo y paz que utiliza Pablo no son vistos juntos con frecuencia en la Biblia (al menos en 6 ocasiones). El Apóstol, quien fue educado a los pies de Gamaliel (Hch 22:3), debía conocer esto y, por ende, los retos que esos pasajes presentan. Veamos algunos ejemplos de estos.
  
 La historia de Ester, Mardoqueo y Amán  
  
 “20 Y escribió Mardoqueo estas cosas, y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes, 21 ordenándoles que celebrasen el día decimocuarto del mes de Adar[15], y el decimoquinto del mismo, cada año, 22 como días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres. 23 Y los judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió Mardoqueo. 24 Porque Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. 25 Mas cuando Ester vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca.” (Est 9:20-25)

Cuando aplicamos la enseñanza paulina antes mencionada a estos versos descubrimos una invitación que Mardoqueo no podía hacer suya porque aún no había descendido el Espíritu Santo en Pentecostés (Hch 2:1-47). Mardoqueo expresó aquí que el pueblo judío debía corregir sus calendarios para identificar la fecha que antes había sido señalada como fecha de muerte y destrucción del pueblo judío como una de paz y dedicada para realizar banquetes de gozo. El Apóstol Pablo nos dice en la Carta a los Romanos que esto no se trata de una fecha en el calendario. Esto se trata de afirmar que el Señor ha prometido darnos todo gozo y paz sobre cualquier fecha, evento, o amenaza que provoque temor o incertidumbre. Por lo tanto, podemos afirmar que el año nuevo debe ser enfrentado así: como uno en el que en el que hay que hacer banquetes de gozo. El mes del año, la fecha que parezca destinada a recordar aquello que provocó nuestra tristeza se cambiará en alegría, y la del luto en día bueno.

La Biblia dice que Nehemías también experimentó esto con el pueblo que vino con él a reconstruir la ciudad de Jerusalén. Estas fueron sus expresiones:

“10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.”  (Neh 8:10)

En otras palabras, que el gozo que nos da el Señor no solo se convierte en esperanza abundante: se convierte en fortaleza. El cansancio se acabará porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza (Neh 8:10).

Regresando al pasaje del Libro de Ester, tenemos que decir que es una invitación a mirar el año nuevo como uno en el que Dios nos conmina a realizar arreglos para enviar porciones de la gracia del gozo y de la paz del Señor a aquellos que no tienen nada. Este pasaje también dice que el Dios de esperanza nos invita a no preocuparnos por los Amán que la vida pueda traer consigo. En algunas ocasiones Amán puede ser símbolo de la ansiedad, la duda, la incertidumbre, la depresión o la ira; un antagonista, aquello que nos aturde. El año nuevo debe ser visto como el año en el que Dios nos dice que confiemos en que Él se hará cargo de Amán.

Otro pasaje en el que se utiliza la combinación de gozo y paz está en el libro del profeta Jeremías.

3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. 4 Porque así ha dicho Jehová Dios de Israel acerca de las casas de esta ciudad, y de las casas de los reyes de Judá, derribadas con arietes y con hachas 5 (porque vinieron para pelear contra los caldeos, para llenarlas de cuerpos de hombres muertos, a los cuales herí yo con mi furor y con mi ira, pues escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad): 6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. 7 Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio. 8 Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron. 9 Y me será a mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré. 10 Así ha dicho Jehová: En este lugar, del cual decís que está desierto sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas, sin hombre y sin morador y sin animal, 11 ha de oirse aún voz de gozo y de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la casa de Jehová. Porque volveré a traer los cautivos de la tierra como al principio, ha dicho Jehová.
(Jer 33:3-11)

Aplicando los mismos principios que utilizamos con el pasaje anterior, podemos concluir que el énfasis que Jeremías hace en el clamor está amarrado al menos a cinco (5) cosas. La primera, poder ser enseñados por el Señor: “…y te enseñaré cosas grandes (“gâdôl”, H1419) y ocultas (“lo yeda atam”)” (v.3). La segunda, recibir sanidad y medicina de la mano del Señor: “He aquí que yo les traeré sanidad (“ʼărûkâh”, H724) y medicina (“marpêʼ”, H4832).” (v.6). La tercera, recibir de su mano el ser curados, y la revelación de abundancia de paz y de verdad: “y los curaré (“râphâ”, H7495), y les revelaré (“gâlâh”, H1540) abundancia (“ʽăthereth”, H6283) de paz (“shâlôm”, H7965) y de verdad (“ʼemeth”, H571)” (v.6). La cuarta, convertirnos en motivo de orgullo y alegría para Dios: “9 Entonces esta ciudad será para mí motivo de orgullo y alegría ante todas las naciones de la tierra que oirán de todo el bien que yo le hago” (v.9, PDT). La quinta, asegurar que estaremos en medio de una fiesta de bodas, de una de alabanzas y de acción de gracias (v.11).

Pablo ora al Dios de esperanza confiado en que estos elementos (todo gozo y paz) se desbordarán en nuestras vidas. Por lo tanto, una resolución de año nuevo es decidir clamar con fe y con esperanza: Dios ha prometido que va a responder. Otra resolución es decidir que queremos ser enseñados por el Señor. Otra resolución es vivir creyendo que el Dios de esperanza va a traer sanidad y medicina, y que nos va a curar y nos revelará abundancia de paz y de verdad. Otra resolución de año nuevo es procurar recibir el poder del Espíritu Santo para que Él transforme nuestras vidas de tal modo que seamos convertidos en motivo de orgullo y alegría para Dios:

17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mat 3:17)

Es muy importante señalar que al profeta Jeremías le tocó servir en un tiempo sumamente complicado: el de la guerra y el sitio de Jerusalén que concluyó con el cautiverio babilónico (608-536 A.C.). Aún así este hombre de Dios decidió proclamar que los fieles debían amarrarse a la esperanza que producen las promesas del Señor. Es por esto que se le escuchó proclamar lo siguiente:

16 Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo. 17 Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.” (Jer 31:16-17)

Por último, otro pasaje bíblico en el que encontramos la combinación del gozo y la paz aparece en el libro del profeta Zacarías.

18 Vino a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: 19 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz. 20 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; 21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. 22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. 23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.” (Zac 8:18-23)

Lo que Zacarías exclama aquí es la presencia de Dios transformará los días de ayuno y oración en fiestas gloriosas, llenas de gozo e invitaciones para amar la verdad y la paz. Lo que este profeta señala aquí es que este es el mensaje que él recibió del Señor: “los tristes días de ayuno de los meses cuarto, quinto, séptimo y décimo, se convertirán en momentos de alegría y celebración. Serán alegres días de fiesta para la gente de Judá. Ustedes deben amar la verdad y la paz.” (PDT). Esto provocará que los pueblos vecinos decidan venir a buscar a adorar al Señor, a orar y a buscar su ayuda.

Conociendo esto, tenemos que concluir que clamar al Dios de esperanza, el que da todo gozo y paz, es garantía de que en el año nuevo los días de ayuno y oración serán gloriosos. Los días de consagración se convertirán para nosotros en gozo y alegría; en festividades. Será un año de aprender a amar la verdad y la paz: no habrá engaños y Dios nos dará paz. A base de esto podemos concluir que la última resolución que debemos presentar aquí es decidir participar en todas las convocatorias de ayuno y oración porque Dios las va a convertir en fiestas que no podemos darnos el lujo de perderlas. Además, el año nuevo debe encontrarnos desarrollando corazones enseñables para aprender a hacer algo más que conocer la verdad y la paz que el Señor nos da: hay que aprender a amarlas.

Hacemos nuestra la oración del Apóstol Pablo y le pedimos al Eterno que en el año 2025:

13 Que Dios, quien da esperanza, los llene de toda alegría y paz a ustedes que tienen fe en él. Así tendrán tanta esperanza que llegará a otros por el poder del Espíritu Santo.” (Rom 15:13, PDT)

¡Feliz Año Nuevo!

[1] https://www.science.org/content/article/ancient-global-climate-events-rippled-unevenly-across-globe
[2] https://open.oregonstate.education/climatechange/chapter/paleoclimate/
[3] https://www.climate.gov/news-features/climate-qa/hasnt-earth-warmed-and-cooled-naturally-throughout-history
[4] https://www.metoffice.gov.uk/weather/climate-change/palaeoclimate
[5] https://www.britannica.com/story/timeline-of-climate-change
[6] https://history.aip.org/climate/pdf/Timeline.pdf
[7] https://www.tandfonline.com/doi/epdf/10.1080/07055900.2022.2082914?needAccess=true
[8] https://www.noaa.gov/heritage/stories/five-significant-moments-in-climate-science-history
[9] https://www.carbonbrief.org/scientists-clarify-starting-point-for-human-caused-climate-change/#:~:text=Scientists
[10] Utley, Robert. J. (1998). The Gospel according to Paul: Romans: Vol. Volume 5: Study Guide Comm. Series, New Testament, Vol. 5. Bible Lessons International.
[11] Thayer’s Greek definitions, Electronic Edition STEP Files Copyright © 1999, Findex.com
[12] Calvin, J., & Owen, J. (2010). Commentary on the Epistle of Paul the Apostle to the Romans (pp. 524–525). Logos Bible Software.
[13] Lange, J. P., Schaff, P., Fay, F. R., Hurst, J. F., & Riddle, M. B. (2008). A commentary on the Holy Scriptures:   Romans (p. 435). Logos Bible Software.
[14] Utley, Robert J., Op. cit.
[15] Febrero-Marzo

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1 Comment


Basilio Rivera - January 14th, 2025 at 1:59pm

Excelente mensaje para iniciar el año 2025. Gracias a Dios y AMEC por este medio de compartir la palabra de Dios.

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