747 • Entre el Mar Rojo y la Tierra Prometida: “La dirección del señor” • El Heraldo Digital del 7 de junio del 2020 • Volumen XV • 747

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Entre el Mar Rojo y la Tierra Prometida:  “La dirección del Señor”

Reflexión por el Pastor/Rector: Mizraim Esquilín García

Hoy damos inicio a una batería de reflexiones acerca de las experiencias que el pueblo de Israel  vivió durante su travesía hacia la Tierra Prometida: la tierra que fluye leche y miel (Éxo 3:8, 17; Dt 31:20) Estas reflexiones tratan acerca de sus experiencias en el desierto y de sus encuentros con el Señor, antes de cruzar el Río Jordán y entrar a la tierra que Dios les había prometido. A continuación algunos de los propósitos de estas reflexiones:

Propósitos de cuidado pastoral
  • Desarrollar conciencia acerca de lo que nos puede esperar en la travesía que sigue a la salida del período de cuarentena provocado por el COVID-19.
  • Identificar las herramientas necesarias para manejar adecuadamente los procesos de transformación que experimentaremos en esa travesía.
  • Aquilatar los encuentros que tendremos con el Señor y de sus invitaciones, para discernir las respuestas que Él espera de nosotros durante esta temporada.
  • Crecer en nuestra relación con el Señor. Esto es, procurar alcanzar la madurez necesaria para poder entrar a los períodos de cumplimiento de las promesas que Él nos ha hecho.
  • Establecer puntos de referencia entre nuestra travesía y la que vivió el pueblo de Israel en todos sus procesos.

Propósitos bíblico- teológicos
  1. Analizar el significado de la libertad.
Un Rabino llamado Saadya ben Joseph (Saadya Gaon) [1] decía que la liberación era diferente al poder y al libre albedrío. Lo primero es un regalo que recibimos sin que se nos exija participación alguna. Lo segundo es un regalo que nos conmina a cooperar. Solo así, cooperando, decidiendo no regresar a Egipto, es que somos verdaderamente libres. [2] Es de aquí que surge la libertad positiva: algo de que Rousseau se apropió en el desarrollo del Contrato Social. La Biblia nos dice que el Evangelio establece parámetros similares. Veamos lo que dice el Evangelio de Juan acerca de esto:

31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará    libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. ”  (Jn 8:31:-36)

La Biblia dice que la liberación del yugo del pecado y la salvación del alma son regalos que recibimos como un milagro de Dios a través del sacrificio de Cristo. Este pasaje dice que la vida discipular se desarrolla permaneciendo en la palabra de Cristo. Esa vida se desarrolla conociendo a Cristo que es la verdad (Jn 14:6). Esa vida se desarrolla decidiendo que cambiaremos nuestras conductas pecaminosas para no permanecer en la casa de la esclavitud. Para esto, nos han dado poder del Espíritu Santo y libre albedrío que tenemos que utilizar con sabiduría para cooperar con esta oferta de gracia.

  1. Analizar que significa ser el pueblo del Pacto: pueblo de Dios. (1 Ped 2:9-10)
El pueblo de Israel peregrinó aproximadamente durante tres (3) mese entre el Mar Rojo y el Monte Sinaí. Los capítulos 13 al 18 del Libro del Éxodo recogen esas experiencias. Sinaí es mucho más que una  montaña. El Monte Sinaí es el lugar en el que Dios establece un Pacto con Su pueblo. Los capítulos 19 al 24 del libro del Éxodo describen todo esto. Este Pacto es único en su clase por las siguientes razones. En primer lugar, Dios es uno de los participantes del mismo. Esto convierte este pacto en uno singular porque las deidades que se conocen en la historia acostumbran regir a los pueblos: no a pactar con ellos. En segundo lugar, la nación entera fue invitada a pactar con Dios. No fue un Pacto entre Dios y un grupo elitistas o los líderes de ese pueblo (Exo 19:8; 24:3). Este punto se agiganta cuando leemos que el Pacto incluyó a los descendientes de todos los que se encontraban en ese lugar (Dt 29:10-15). En tercer lugar, el Pacto en Sinaí no dependía de relaciones externas a los que pactan. [3] Era un trato entre Dios e Israel. El Pacto en Sinaí es mucho más que un contrato con obligaciones civiles, morales y sociales. Este pacto establece una relación única entre Dios y Su pueblo. Los lectores deben internalizar que la liberación del pueblo de Israel de la opresión de Egipto no dependía de la conducta de ese pueblo. O sea, esta liberación era un regalo incondicional. En cambio, los resultados del Pacto dependían de la voluntad del pueblo de Israel para obedecer  y someterse al gobierno de Dios. O sea, se establecía una relación condicional:

4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.” (Éxo 19:4-6)

Ese énfasis en “si diereis oído a mi voz” y “guardareis” define las condiciones. O sea, el pueblo de Israel tenía por primera vez ante sí la capacidad para escoger. El pueblo de Israel encontró en estas palabras que se recogen en el capítulo 19 del libro del Éxodo las respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Qué ha hecho Dios? (v. 4)
  • ¿Qué nos pide Dios? (v. 5a)
  • ¿Quiénes nos ofrece Dios? (v. 5b)
  • ¿Qué se nos pide que hagamos y que seamos (v. 6)

O sea, que este pasaje es un mapa fundamental para la travesía espiritual. Charles Swindoll ha dicho sobre el libro del Éxodo que hay tres (3) enseñanzas principales en todos los procesos que se describen en este. La primera es que la libertad que perdura es el resultado directo de la intervención divina. En segundo lugar, que cuando Dios interviene con procesos de liberación es Él quien decide cuáles son los instrumentos que se van a utilizar para esto. En tercer lugar que el ejercicio para disfrutar de esa liberación requiere es que esta esté balanceada con la sumisión y sujeción a la autoridad divina. [4] Hay algo que debemos considerar aquí: particularmente aquellos que se acercan a estas aseveraciones batallando contra las disciplinas estrictas que se postulan en los requisitos que establecen en este Pacto. Los resultados de la obediencia o la desobediencia a estos estatutos están ligados a la capacidad que tenía el pueblo para escoger lo que iban a hacer.

Veamos lo que la Biblia dice acerca de esto: “17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;

20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.”  (Dt 30:17-20) Hemos destacado algunas frases en este pasaje con el fin de destacar la capacidad para decidir que identifica y que cubre todos estos procesos. Es el pueblo el que decide si deja su corazón apartarse y/o no escuchar. Es el pueblo el que decide dejarse extraviar e inclinarse a otros dioses. Es al pueblo al que le exhortan a escoger; entre la bendición y la maldición. Escoger implica hacerse responsable de los resultados adscritos a ese proceso de selección. Los Israelitas han mantenido esto como norma durante toda su existencia. Fue el Rabino Akiva ben Joseph (50 – 132 DC) [5] el que dijo lo siguiente:

All is foreseen, yet freedom of choice is given” (Misna, Avot 3:15) (Todo ha sido previsto, pero la libertad para escoger ha sido dada)

Fue Jonathan Sacks el que señaló que ver el juego de fútbol en la televisión al otro día de haber ocurrido no le quita la autonomía a los jugadores.

We live in time. God lives beyond it. Different time perspectives allow for different levels of Knowledge.” [6]

Ver ese juego no va a afectar lo que los jugadores decidieron hacer. Nosotros vivimos en el tiempo. Dios vive por encima de este. Dios no está afectado por el tiempo. Diferentes perspectivas de tiempo permiten diferentes niveles de conocimiento. Esto también implica que las consecuencias de nuestras acciones solo pueden ser observadas mirando atrás. Solo mirando hacia atrás podemos ver la providencia de Dios entretejida en nuestras vidas. Nunca lo podremos lograr mirando hacia el frente. Hacia al frente “mira” la fe, y ella no opera por vista, sino con los espejuelos de la obediencia. Tenemos entonces que concluir que la estadía del pueblo de Israel frente al Monte de Sinaí va mucho más allá de una oportunidad para recibir los 10 mandamientos y los códigos de conducta. El pueblo de Israel estuvo frente al Monte Sinaí cerca de un año. No se necesita un año para recibir un código de ética. El tiempo frente a este Monte obedece a que el Pacto de Sinaí es un pacto creador; uno que procura crear una nación santa para Dios. El énfasis en la santidad de la vida, la integridad de la familia, el respecto y la obediencia a la verdad y a la propiedad transforman su mensaje en algo que va más allá de la recepción de los Mandamientos. El Rdo. Dr. Roberto Amparo Rivera decía en una de sus predicaciones en nuestra Iglesia que los 10 Mandamientos son como un marco que es colocado sobre una obra de arte cuyo precio es tan alto que no puede ser comprada. Esto es mucho más que un documento para ser memorizado. Las implicaciones que encontramos en todo esto para nuestras realidades pos COVID-19 son inmensas, retadoras y muy intensas. Basta considerar lo que dice 1 Ped 2:9-10 y aplicarle a este pasaje  los postulados acerca de lo que hacemos con el ejercicio de la libertad y del libre albedrío:

9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

  1. Analizar los efectos y las implicaciones de la madurez
Las experiencias que vivió el pueblo de Israel en el desierto procuraban convertirse en una serie de procesos para la transformación de un grupo de tribus hasta llevarlos a ser una nación. La imagen de las águilas que se utiliza en Éxo 19:4 es muy significativa y adecuada para estos fines. Cuando visitemos las opiniones de Warren Wiersbe acerca de este tema encontraremos que él señala que Israel experimentó tres (3) clases de libertades en los procesos ocurridos entre el Mar Rojo y el Río Jordán. Todas y cada de estas libertades están relacionadas con el desarrollo de las águilas:
  • Libertad de (fuera del nido)
  • Libertad en (sintiéndose en casa mientras están volando)
  • Libertad para (cumplir su propósito en la vida) [7]

¿Cómo aplicamos esto a los procesos de madurez como Cristianos? Estos serán algunos de los énfasis que realizaremos en estas reflexiones.

  1. Analizar las características del liderazgo necesario para el desarrollo de estas tareas
Moisés representa un nueva forma de liderazgo; ese modelo no lo encontramos en el libro de el Génesis. Este hombre era una combinación de profeta, libertador, dador de leyes, voz de Dios para el pueblo y voz del pueblo para Dios. Su modelo como líder debe ser estudiado con detenimiento. zNunca se comportó como un dictador, ni como un monarca. Tenemos la necesidad de detenernos a analizar las cosas que Moisés conocía como líder, que cosas sabía y aquellas que no. Ese ejercicio habrá que repetirlo con personajes tales como Aarón, Jetro, María la hermana de Moisés, Sefora la esposa de este, con algunos de los hijos de los sacerdotes y con algunos de los enemigos del pueblo de Israel. Estos análisis deben poder ayudarnos a identificar características, estilos y filosofías de liderazgo que pudieran se cónsono con nuestras necesidades posmodernas. Además nos pueden ayudar a identificar estilos de algunos líderes que poseen agendas para alejarnos del Señor.

"
La Biblia dice que “las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom 15:4). La Biblia también nos enseña que estas historias hay que conocerlas porque ellas “te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Tim 3:15). Además, no podemos perder de vista que “16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra ” (2 Tim 3:16-17).

El libro del Éxodo no es una excepción a estas reglas. Por último, algunos de los sabios de Israel han puntualizado que el libro de El Éxodo es el libro en el que sopla el viento (Exo 10:13,19; 14:21; 15:10).  Debe haber más de una avenida para relacionar esto con la experiencia que vive la Iglesia nacida en el Calvario en el día de Pentecostés (Hchs 2:1-13). Esta aseveración nos conmina a mirar de cerca los bosquejos bíblicos que ofrece el libro del Éxodo, procurando analizar estos con una perspectiva Cristiana. A continuación compartimos el bosquejo de uno de sus capítulos. Este bosquejo sirve como un ejemplo de lo antes dicho.

 Bosquejo de los capítulos 19 y parte del 20 del Libro de Éxodo:
  • Una vida de madurez (Éxo 19:1-4)
  • Una vida digna (Éxo19:5-8)
  • Una vida de santidad (Éxo 19:9-25)
  • Un vida de responsabilidad (Éxo 20:1-17)

Invitamos a los lectores a orar por estos análisis y a estudiar con detenimiento y devoción los 40 capítulos del libro del Éxodo.
Referencias:

[1] http://www.jewishencyclopedia.com/articles/12953-saadia-b-joseph-sa-id-al-fayyumi.
[2] Michael Walzer. 1985. Exodus and Revolution. np: BasicBooks (pp. 79-82).
[3] Sacks, Jonathan. Exodus: The Book of Redemption (Covenant & Conversation 2) (p. 11). Kindle Edition.
[4] Swindoll, Charles R. GOD’s Masterwork: Genesis through Second Chronicles, Vol 1. Insight for Living: Anaheim California (p.25)
[5] http://www.jewishencyclopedia.com/articles/1033-akiba-ben-joseph
[6] Sacks, Jonathan. Genesis: The Book of Redemption (Covenant & Conversation 1) (loc 4727). Kindle Edition.
[7] Wiersbe, Warren W.. Be Delivered (Exodus): Finding Freedom by Following God (The BE Series Commentary) (p. 120). David C Cook. Kindle Edition.  
Colaboradores:

Reflexión pastoral: Rev.  Mizraim Esquilín-García, PhD.  /  Pastor de Comunicaciones: Mizraim Esquilín-Carrero, Jr. / Webmaster: Hno. Abner García  /  Social-Media : Hna. Frances González   / Montaje reflexión-web/curadora Heraldo Digital-WordPress: Hna. Eunice Esquilín-voluntaria  /  Diseñadora El Heraldo Institucional Edición Impresa Interactiva en InDesign CC: Hna. Eunice Esquilín-voluntaria  /  Fotografías gratuitas: Recuperadas de Unsplash.com por: Nong Vang / David Boca / Diego PH / y Benwhite. Imagen editada en Photoshop CC: Hna. Eunice Esquilín López – voluntaria 7 de junio del 2020.

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