Notas del Pastor MJ: Regalos del cielo

¿Cuál es el regalo más impresionante que hayas recibido? ¿Puedes hacer memoria de esto?  Quizás fue en alguna Navidad durante tu niñez o tal vez durante tu cumpleaños.  A lo mejor fue un regalo sorpresa, en una ocasión que no tenía una fecha particular y de una manera inesperada te obsequiaron algo que cautivó tu corazón.  Yo puedo recordar de pequeño aquella bicicleta BMX color negra que apareció un 25 de Diciembre frente al árbolito de navidad.  Puedo recordar, ya de adulto , abrir un papel de regalo y encontrar un juego de video de una consola particular que yo no tenía.  Pensaba que mi esposa se había equivocado.  La realidad es que todo era parte de una agenda, porque un poco más adelante en el día me sorprendieron con aquella consola de juegos de video.  Pero recientemente me llegó un super regalo, que desde hacía tiempo estaba buscando para poder adquirir.  En mi núcleo familiar cercano se pusieron de acuerdo para sorprenderme con un bajo de cinco cuerdas que definitivamente necesitaba para tocar en la iglesia y para seguir produciendo música.  Fue una grata sorpresa, ciertamente inesperada. 

Es maravilloso poder recordar todos esos momentos de alegría que han creado memorias imborrables el corazón.  La razón por la cual comienzo este escrito de esta manera es que tenemos una garantía de esperanza.  Todos los días tenemos por seguro que vamos a recibir un regalo inmerecido del cielo, una sorpresa de lo alto.  Dios ha garantizado coronarnos con su favor y su misericordia.

En lo que respecta a regalos del cielo, Dios no nos obsequia cualquier cosa.  Dios nos brinda regalos que nos coronan.  La palabra que se traduce como “corona” en ese verso también se traduce como “rodear”.  Osea que Dios nos brinda regalos que podemos disfrutar a plenitud porque son regalos que impactan la totalidad de nuestro ser.  ¿Habrá algo que pueda impactar tu vida y mi vida con mayor potencia que el amor de Dios? Ese amor de Dios le mueve a coronarnos, a rodearnos con su favor y su misericordia.  El favor y la misericordia de Dios le mueven a acercarse a nosotros y a ser propicio a cualquier necesidad que podamos tener.  Pero su favor y su misericordia han atendido el problema más grande que tu y yo tenemos, un problema que no podemos atender por nuestras propias capacidades.  El favor y la misericordia de Dios han atendido el problema de nuestro pecado y todas sus consecuencias; esto a través del sacrificio de Cristo en la Cruz. Pero también hacen posible que cada día tengamos oportunidad de perdón y de gracia, para mantener nuestra comunión con el Padre, a través de ese perdón que borra nuestra culpa.  

Dios nos ha sorprendido con regalos que no esperábamos, con regalos que no merecíamos. Esos regalos son garantías de esperanza, promesas de Dios para tu vida y la mía.  Te invito a que saques un momento para darle gracias a Dios por tan grande amor.  El te ha coronado con su favor y su misericordia.