Reflexiones de Esperanza: La seguridad y las victorias que emanan de la presencia del Todopoderoso (Pt II) (Parte 25)

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13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. (Salmo 91:13)

El Salmo 91 nos ha permitido analizar las muchas maneras y formas que Dios utiliza para protegernos y ofrecernos seguridad. El análisis del verso 13 nos ha introducido al manejo de los escenarios de las amenazas violentas que ocurren en “campo abierto” (leones), así como aquellas que se ensamblan en lo secreto y lo oculto (serpientes).
 
El salmista ya había mencionado estos escenarios en los versos cinco (5) y seis (6). Él había hecho esto valiéndose de otras metáforas: el terror nocturno, la saeta que vuela de día, la pestilencia que anda en oscuridad, y la mortandad que destruye en medio del día. Hay que reconocer que el énfasis de esos versos está centrado y dirigido a predicar la confianza al mismo tiempo que nos alerta para que sepamos que estas cosas van a ocurrir.

En cambio, el énfasis del verso 13 está centrado y dirigido a las reacciones de triunfo y de conquista que se esperan del creyente en Cristo. Un comentarista de principios del siglo 20 decía que en los tiempos antiguos los enemigos conquistados se postraban ante sus conquistadores. Esta acción, decía él, marcaba y señalaba su sujeción y que habían sido conquistados. En muchas ocasiones, esta acción incluía poner el pie sobre las cabezas de los conquistados.
 
La Biblia está llena de imágenes como esta. De hecho, podemos afirmar que este es un tema recurrente en la Palabra de Dios.

Dentro de los ejemplos que podemos considerar encontramos la historia de Josué y el pueblo de Israel conquistando algunos de los reyes que les hicieron frente durante la conquista de la Tierra Prometida:

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22 Entonces dijo Josué: Abrid la entrada de la cueva, y sacad de ella a esos cinco reyes. 23 Y lo hicieron así, y sacaron de la cueva a aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis y al rey de Eglón. 24 Y cuando los hubieron llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Acercaos, y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos. 25 Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis. (Jos 10:22-25)

Las frases que hemos destacado con negrillas (bold) señalan la acción y la invitación a no temer.

Veamos otros ejemplos bíblicos que ejemplifican este principio:

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Juntos serán como guerreros que pisotean al enemigo en el barro durante la guerra. Ellos lucharán porque el SEÑOR está con ellos y humillarán incluso a sus enemigos que van montados a caballo. (Zac 10:5, PDT)

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40 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí, 41 Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruyese a los que me aborrecen.  42 Clamaron, y no hubo quien los salvase; Aun a Jehová, mas no les oyó. 43 Como polvo de la tierra los molí; Como lodo de las calles los pisé y los trituré. (2 Sam 22:40-43, RV 1960)

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2 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. 3 Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.  (Mal 4:2-3)

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Lo ha jurado el Señor del universo: “Sucederá según lo he planeado, se cumplirá según lo he decidido:acabaré con Asiria en mi tierra, 25 será pisoteada en mis montes;se librarán los míos de su yugo,caerá su carga de sus hombros.  (Isa 14:24-25, BLP)

Hay muchos otros ejemplos que podemos citar aquí. La realidad es que son muy crudos y escuetos en sus exposiciones. A continuación un ejemplo de estos, uno que carga una advertencia muy severa:

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29 Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? (Heb 10:29, RV 1960)

Sin embargo, hay un ejemplo que no podemos pasar por alto. Se trata de la promesa que Dios le hizo a la humanidad cuando sentenció a la serpiente el día en que tuvo que echar del Jardín del Edén a Adán y a Eva:

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14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.  15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. (Gen 3:14-15)

Charles Haddon Spurgeon se unió a miles de voces que han proclamado que estos versos son el primer sermón Evangélico que le fue predicado a la humanidad. La serpiente se había insertado entre elCreador y la corona de Su Creación para destruir nuestra comunión con el Eterno, pararse sobre nuestras cabezas y “estampar” el sello de rebeldía y de transgresión sobre nuestras vidas. Esta promesa dice que la salvación, la receta divina para solucionar esta crisis nacería de una mujer. La semilla (simiente) de la mujer sería enemiga de la semilla (simiente) de la serpiente. Spurgeon argumentaba que la Iglesia del Señor y la Sinagoga de Satanás coexisten. Los ejemplos de Abel y Caín, Isaac e Ismael, Jacob y Esaú, el primer Adán y el Segundo (Cristo Jesús, 1 Cor 15:22, 45) son más que elocuentes.
 
Spurgeon continuó su explicación de esos versos destacando cuatro (4) factores. El primero, la enemistad entre la serpiente y la mujer, entre su simiente y la de la mujer. No olvidemos que esta es una base fundamental para explicar la enemistad que existe entre la carne y Dios (Rom 8:7) y el mundo y Dios (Stg 4:4). El segundo, la profecía acerca del Campeón; el Segundo Adán vencedor. La victoria del Fiel y Verdadero está garantizada (Apoc 19:11).Él es el Rey de reyes y el Señor de señores.

El tercer factor es que Satanás heriría el talón (el calcañar) de nuestro Campeón, de nuestro Señor. El enemigo creía que estaba obteniendo una victoria al conseguir que Cristo Jesús fuera condenado a morir en la Cruz. Es obvio que él no recordó la profecía que había sido predicada en su contra. El cuarto factor que destaca Spurgeon es que esos talones, esos pies, tenían que derramar sangre y ser clavados en la Cruz.

Repetimos que esta palabra profética se cumplió en la Cruz del Calvario. Los pies de Cristo, clavados en la Cruz, ocupaban el púlpito más alto de la historia y desde allí Él se encargó de aplastar con sus pies a la serpiente. Es por esto que la predicación acerca de la Cruz estremece las mismas puertas del infierno. Es por esto que no podemos dejar de predicar acerca de la Cruz, de la salvación que Cristo ganó para nosotros desde allí.
 
La Biblia dice que María, la hermana de Lázaro, fue movida por el Espíritu de Dios y por su gratitud para ungir esos pies antes de que esto sucediera. Esta unción (Jn 12:1-3) era una adoración profética anticipando esa victoria.

Jesucristo mismo dijo que esa unción era clave para Su sepultura (Jn 12:7-8). Aquellos que olían el perfume de nardo utilizado para esta unción no podían percatarse de lo que estaba sucediendo allí.
 
La Biblia habla de muchas maneras acerca de esta victoria y de sus resultados posteriores. El Apóstol Pablo dice lo siguiente cuando habla acerca de la esperanza, el poder y sobre todo, la fuerza que operó en Cristo:

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20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. (Efe 1:20-23)

Ese triunfo se operó en la Cruz y la sentencia final se dictará en el regreso de nuestro Señor y Salvador (Col 2:14-15). Hay que subrayar esto último. El enemigo ya fue derrotado en la Cruz del Calvario; fue declarado culpable en el juicio que se celebró contra él en la Cruz del Calvario. Lo único que falta es la orden final para encarcelarlo. La misma muerte será encarcelada y destruida para siempre en ese día. Pablo dice lo siguiente hablando acerca de Cristo como el Segundo Adán Victorioso:

23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.  24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. 25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. 27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.  (1 Cor 15:23-27)

Cristo Jesús le dio esa autoridad a la Iglesia. Veamos algunos versos bíblicos que afirman esta verdad:

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18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. (Lcs 10:18-19)

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20 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. (Rom 16:20)

Nótese el énfasis de que son los pies de la Iglesia los que van a hacer esto. Este es el mensaje que nos comunica el escritor del Salmo 91. Este mensaje trata con la necesidad de abandonar la posiciones defensivas para asumir la posición que nos ha garantizado el amor del Señor: “somos más que vencedores” (Rom 8:37). El escritor de ese salmo nos ha dicho que seremos capaces de enfrentar sin temor el lazo del cazador, la peste destructora, el terror nocturno, la saeta que vuela de día, la pestilencia que anda en oscuridad y la mortandad que destruye en medio del día. Este escritor añade a esto que los vamos a vencer y que vamos a poner nuestros pies sobre las cabezas de todas esas amenazas.

No está demás subrayar que esta aseveración describe que tendremos que enfrentar todas estas cosas. Es cierto que lo haremos sin tenerle temor al miedo que estas puedan infundir. El mensaje del verso 13 del Salmo 91 nos anuncia que hemos sido revestidos con la capacidad celestial para hacerle frente a todas estas cosas saboreando anticipadamente nuestra victoria.
 
Elifaz le dijo a Job en una de sus alocuciones que este último había olvidado que Dios tiene el poder para conseguir que los rugidos del león, los bramidos del rugiente y los dientes de los leoncillos sean quebrantados (Job 4:10). Él añadía a esto que Dios puede hacer que el león viejo perezca por falta de presa, y que los hijos de la leona se dispersen (Job 4:11). En ambos casos se utiliza el mismo concepto que usa el escritor del Salmo 91 en el verso 13 (“shachal”, H7826): un león rugiente y feroz. En ocasiones la Biblia utiliza esta misma metáfora para describir a satanás (l Ped 5:8). ElSalmo 91 nos dice en el verso 13 que Dios ha garantizado nuestra victoria; los vamos a aplastar.

El escritor del Salmo 91 también nos dice que en ocasiones tendremos que enfrentar enemigos ocultos, estratagemas que se preparan en contra nuestra sin que lo sepamos. Es a esto que él llama “áspid”, las víboras que son venenosas (“pethen”, H6620); que se contorsionan para moverse. El Salmo 91 nos dice en el verso 13 que Dios ha garantizado nuestra victoria; los vamos a aplastar.

La comunicación de esta metáfora es tan importante para el escritor del Salmo 91 que él decide presentarla de dos (2) maneras distintas en el mismo verso. Esta es una forma muy particular que se utiliza en la Biblia para afirmar una verdad. En la segunda ocasiónél decide utilizar la metáfora del cachorro del león (“kephı̂yr”, H3715). El salmista dijo en una ocasión que hay personas que son como estos cachorros de león, que están en los escondites deseando hacer presa (Sal 17:12). El clamor del salmista fue el siguiente:

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13 Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales; Libra mi alma de los malos con tu espada, (Sal 17:13)

Es interesante que sea un león como este el que Sansón mata para luego descubrir que Dios había permitido que las abejas hicieran un panal en ese cuerpo muerto (Jue 4:6-9).
 
El Dr. René Peñalba es Obispo General y Presidente Fundador del Centro Cristiano Internacional así como de la Red Misionera Global CCI con sede en Tegucigalpa, Honduras. Hace un poco más de 20 años, este gigante del Evangelio predicó un sermón sobre este pasaje del libro de los Jueces: “Sacando miel de un cadáver.” Está demás decir que este sermón es una joya de la predicación. En este sermón el Dr. Peñalba nos explica cómo es que Dios permite situaciones complicadas para luego convertirlas en fuentes de dulzura, de salud y de sana alimentación para el alma.

El Salmo 91 nos dice en el verso 13 que Dios ha garantizado nuestra victoria; vamos a vencer a esos leones. Vamos a ser capaces de sacar miel de sus cadáveres.

Por último, el escritor del Salmo 91 utiliza en el verso 13 una metáfora que es traducida en la versión reina Valera como “dragón.” En la realidad, esta es la traducción de un concepto hebreo que significa serpiente (“tannı̂yn”, H8577).  Quizás es su uso en la profecía de Ezequiel la que nos permite entender la relación que puede haber entre la traducción que nos ofrece la versión Reina Valera; la descripción de un monstruo (PDT) y lo que nos comunica aquí el salmista. Este profeta utiliza este concepto para describir al faraón de Egipto destacando con esto la prepotencia y la soberbia de su discurso y de sus ejecutorias (Eze 29:3). Al mismo tiempo, el profeta Jeremías también utiliza este concepto para describir la capacidad de destrucción que poseía Nabucodonosor (Jer 51:34). O sea, que este concepto puede estar describiendo a alguien que posee un discurso prepotente, soberbio y con una capacidad para provocar destrucción que jamás hayamos enfrentado. El Salmo 91 nos dice en el verso 13 que Dios ha garantizado nuestra victoria; lo vamos a vencer.

Además, aunque el libro del Apocalípsis fue escrito en griego, hay que tomar en consideración que es un judío el que lo escribe. Destacamos esto porque es el escritor del último libro de la Biblia el que utiliza la imagen de este dragón para hacernos saber que se trata de la serpiente antigua, del diablo y/o Satanás (Apoc 20:2)

El Salmo 91 nos dice en el verso 13 que Dios ha garantizado nuestra victoria; vamos a vencer a esas serpientes prepotentes y amenazadoras. Este salmo dice que la victoria de Cristo en la Cruz garantiza que pondremos nuestros pies sobre la cabeza de esa serpiente antigua. Ya hemos vencido y vamos a vencer.

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