Notas del Pastor MJ: Dios está presente

Hay versos de la Biblia que tienen una enseñanza tan profunda que vale la pena estudiarlos con detenimiento.   Quizás de entrada no parezcan muy determinantes, probablemente porque no los entendemos a cabalidad.  Pero cuando la Palabra se revela a nuestros corazones se torna en un instrumento poderoso.  Hay uno de esos versos que finalmente pude entender en días recientes.


El salmista David comienza este salmo resaltando que cuando él estaba en angustia Dios le hizo ensanchar.  Si miramos este verso simplemente siguiendo los términos que están escritos en español, probablemente no nos haga mucho sentido.  Pero resulta que la Palabra que utiliza el salmista para describir su angustia sirve también para hablar de espacios bien angostos.  En el nuevo testamento sucede lo mismo, pues el término que a menudo se traduce como angustia es la palabra griega Stenochoria (que significa literalmente espacios apretados).  De modo que el salmista literalmente lo que estaba diciendo era lo siguiente:  “Cuando sentía el pecho apretado, tu trajiste paz y calma a mi corazón”

Hay situaciones que producen ese tipo de reacción en nuestros corazones.  Sentimos que nos falta el aire, que no podemos procesar bien nuestros pensamientos, que no sabemos como operar y una tristeza profunda embarga nuestro corazón.  La Biblia le llama a eso angustia.  La Palabra de esperanza es que en medio de nuestras angustias Dios abre los espacios de nuestra alma y de nuestro corazón.  Dios provoca con su paz que tu y yo podamos respirar, que podamos recibir calma, aún en los momentos en los cuales nos sentimos contra la pared.
 
Pero aún hay más de parte de nuestro Dios.  La Biblia dice en el Salmo 91:15 que Dios ha prometido estar con nosotros en medio de la angustia para librarnos y también dice en Romanos 8:35 que esa angustia no nos puede separar de él.  De modo que tenemos la certeza de que cuando sentimos el pecho apretado Dios está presente.  Cuando sentimos que la situación que estamos enfrentando nos ha posicionado entre la espada y la pared y no tenemos muchas alternativas, Dios está presente.  Cuando se torna tan difícil el escenario que hasta sentimos como si nos fueran a aplastar, Dios está presente.  Su presencia abre los espacios, ensancha las paredes del alma y del corazón para que podamos hallar paz, calma y descanso.  ¿Quieres hacer tuyo ese verso?