798 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVI • 30 de mayo del 2021

Entre el Mar Rojo y la Tierra Prometida “¿Se puede perder la salvación?” (Pt. II)

Reflexión por el Pastor/Rector: Mizraím Esquilín-García
798 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVI • 30 de mayo del 2021

 
Nuestra reflexión anterior dio inicio al análisis de la posición calvinista acerca de la salvación. Esta postura teológica afirma que la salvación no se puede perder. Reiteramos que nuestra postura teológica respecto a este tema es una provisionista; creemos que la salvación se puede perder.

En la reflexión anterior nos permitió presentar de manera general las diferencias entre las posturas teológicas de Juan Calvino el Sínodo de Dort y las de Jacobo Arminio. Luego de esto procedimos a presentar algunas recomendaciones sobre publicaciones académicas responsables que discuten este tema.

A continuación algunas de ellas:

  • -Geisler, Norman. Chosen But Free. Baker Book Group - A. Kindle Edition.
  • -Flowers, Leighton. God's Provision For All: A Defense of God's Goodness. Trinity Academic Press. Kindle Edition.
  • -Whosoever Will (by David Allen). B&H Publishing Group. Kindle Edition.
  • -Wilson, Ken. The Foundation of Augustinian-Calvinism. Regula Fidei Press, LLC. Kindle Edition.
  • -https://www.christian-history.org/calvinism.html; https://www.simplybible.com/f955-tulip-intro-overview-chart.htm

La parte final de esa reflexión fue dedicada a iniciar el análisis de los cinco (5) puntos esbozados en el Sínodo de Dort (1618-19) para la defensa de la posición calvinista: TULIP.

-“Total depravity” (Depravación Total)
-“Unconditional election” (Elección Incondicional)
-“Limited atonement” (Expiación Limitada)
-“Irresistible grace” (Gracia Irresistible)
-“Perseverance of the saints” (Perseverancia de los santos: la salvación no se pierde)

Concluimos esa reflexión presentando los datos bíblicos y teológicos que cancelan las posibilidades del primero de estos puntos: “T”; depravación total.

Repetimos que no pretendemos agotar la discusión y el análisis de un tema tan intenso en unos ensayos pastorales, pero los datos son fidedignos y necesitan ser analizados.

Es importante destacar que la posición provisionista avala y defiende la doctrina del pecado original. La Biblia enseña que todos los seres humanos somos pecadores:

“23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” (Rom 3:23)

“3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
(Sal 14:3)


Lo que la posición provisonista no avala es la inhabilidad total del ser humano. Hay que aclarar que existe una gran diferencia entre la doctrina del pecado original y la posición del Sínodo de Dort de la inhabilidad total del ser humano para creer y aceptar el mensaje de la salvación. Esta es una de las razones por las que teólogos extraordinarios como A.W Tozer y a C.S. Lewis rechazaron las posturas del TULIP presentado en Dort. La ausencia de esa capacidad en el ser humano haría inoperante parte de la oración intercesora de Jesús; particularmente esta:

“20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”  (Jn 17:20-21)

Destacamos aquí que en esa oración Jesús dice que su deseo es que el mundo crea: “ina o kosmos pisteuse” (de modo que el mundo pueda creer ). Sabemos que Jesús es Dios encarnado (Jn 1:1). Por lo tanto, el deseo de Jesús es el deseo de Dios. Si la depravación es total entonces el ser humano no puede creer y solo se salvan los elegidos. Esto convertiría el deseo de Dios en uno distinto al resultado final. Las implicaciones que este punto traería sobre la omnipotencia de Dios son inimaginables.

En esta reflexión pretendemos será dedicada al análisis de la “U”: “Unconditional election”
(elección incondicional). Esta posición enseña que Dios, en Su soberanía, escogió, eligió a todos los que serán salvos y que hizo esto de manera incondicional. Esta postura del Sínodo de Dort implica que los elegidos, a causa de la elección, poseen mérito y valor especial; por encima de los otros seres humanos. Además, esta doctrina enseña que el resto de los seres humanos que han nacido y que nacerán ya están destinados a sufrir el castigo eterno del infierno. Esto es, sin oportunidad alguna ni la habilidad para poder
escapar de ese destino.

Un problema básico e inicial que posee esta enseñanza es que existen muchos pasajes bíblicos que la contradicen. Veamos algunos de estos:

“26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. 29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. 30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.”  
(Hch 17:26-31)


En este pasaje Pablo le dice a los ciudadanos de Atenas que Dios el Creador de todo el linaje de la humanidad. Dice además que el deseo de Dios es que todo ese linaje le busque de alguna manera y que Dios no está lejos; que puede ser encontrado. A renglón seguido, el Apóstol cita unos pedazos de la poesía griega: “28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos” (v.28). Esas expresiones poéticas pertenecen a dos (2) poetas griegos. El primero es un poema de Aratus, poema dedicado a Zeus (Júpiter) y el segundo de Cleantes de Lycia en uno de sus himnos. O sea, que Pablo le está haciendo saber a los griegos, a los estoicos y a los epicúreos, que él no es un palabrero ni un neófito. Pablo conocía muy bien la literatura y la cultura helénica.

Es aquí que Pablo añade que el deseo y la orden de Dios (“paraggellō”, G3853) es que se arrepientan “todos los hombres en todo lugar”. Esto presentaría un problema muy grande para Dios si Él hubiese ya escogido a aquellos que se van a salvar. Esto es así porque el Señor estaría dando una orden que Él ya habría imposibilitado y porque cancelado la orden y el deseo de Dios expresados aquí son distintos al resultado final.

Examinemos otro pasaje bíblico.

“3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.”  (1 Tim 2:4)

En esta carta paulina dirigida a Timoteo, uno de sus hijos espirituales, Pablo dice que el deseo de Dios es “os pantas anthropous thelei sothenai kai eis epignosin aletheias elthein” (v.4). La frase “pantas anthropous” solo puede ser traducida como “todos los hombres”. O sea, que no deja fuera ni excluye a ningún ser humano. El deseo de Dios, lo que Dios “quiere” está expresado como un verbo conjugado en un presente indicativo activo en tercera persona singular (“thelei”, G2309). Esto implica acciones cotidianas de Dios tanto para el presente como para el futuro. O sea que el querer de Dios para el presente y para el futuro es que todos los hombres sean salvos y vengan voluntariamente (“elthein”, G2064, un aoristo infinitivo activo) a conocer la verdad. Esto es, a Cristo (Jn 14:7).

Una vez más, esto presentaría un problema muy grande para Dios si Él hubiese ya escogido a aquellos que se van a salvar. Otra vez, esto es así porque la orden y el deseo de Dios serían distintos al resultado final.

Examinemos otro pasaje bíblico.

“9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Ped 3:9)

Este verso dice que Dios no quiere que ninguno perezca. Esa expresión “no queriendo” es la traducción del verbo “boulómenós”, (G1014), un verbo conjugado en este verso como un participio presente medio o pasivo o un nominativo masculino singular. Esta conjugación se utiliza en griego entre otras cosas para describir que el sujeto de la oración tiene la capacidad para hacer lo que se está proponiendo. En otras, que el uso de esta conjugación explica que Dios tiene la capacidad para que ninguno perezca (“tinas”,G5100, pronombre indefinido acusativo masculina plural).

Entonces, ¿por qué hay personas que se pierden? ¿Es que acaso Dios quiere una cosa que Él puede hacer y decide hacer otra? Esto describiría a Dios como un ser neurótico. ¿Es que acaso Dios quiere pero no tiene el poder para lograr esto? Que quede meridianamente claro que Dios es omnipotente. Además, Pedro hubiera tenido que utilizar otra conjugación verbal.

La única alternativa que nos queda es que Dios quiere y tiene el poder para que ninguno perezca, pero que el ser humano posee la libertad para escoger si acepta ese regalo o si decide rechazarlo.

Al mismo tiempo, ese verso dice que el deseo de Dios es que todos (“pantas”, G3956) procedan (“xorésai”, G5562). Este último es un verbo conjugado como un infinitivo de aoristo activo. O sea, que se puede decir que la oportunidad para proceder sigue activa y sin límite de tiempo.

Ese verso dice que la respuesta que espera Dios es el arrepentimiento (“metanoian”, G3341). Este concepto se define entre otras como cambio de mente o de forma de pensar, adoptar otra perspectiva o punto de vista, cambio en la resolución o en el propósito y/o cambio de dirección.
El Diccionario Teológico Kittel dice que esta clase de cambio se deriva del reconocimiento de que la posición anterior era tonta, insensata o imprudente, y que se experimenta pesar, arrepentimiento o remordimiento.    

Es obvio que esta es una decisión que toma la persona que experimenta la “metanoia”. Por lo tanto, este verso dice que el ser humano no sólo posee la capacidad para tomar esta decisión sino que posee la libertad para hacerlo.

La “U” del TULIP no se sostiene bíblicamente.


Colaboradores:

Reflexión Pastoral: Rev. Mizraim Esquilín-García, PhD. / Pastor de Comunicaciones: Mizraim Esquilín-Carrero, Jr. / Webmaster: José Braiden / social media & pauta al nuevo App/AMECCDA: Hna. Frances González • Revisión final montaje y curadora en MSWord Reflexión Heraldo Digital Institucional: Hna. Eunice Esquilín-voluntaria / Fotografías gratuitas: Recuperadas de Unsplash.com. Creación de la imagen foto-editada para número 798. Diseñada en Photoshop CC para el nuevo APP-AMECCDA: Dra. Eunice Esquilín López ITDE EdD – voluntaria 30 de mayo del 2021.
 
Iglesia AMEC Casa de Alabanza, Canóvanas Puerto Rico • 30 de mayo del 2021 • Somos una Iglesia de Presencia Internacional • Entre el Mar Rojo y la Tierra Prometida: “¿Se puede perder la salvación?” – Parte II • El Heraldo Digital Institucional • Volumen XVI • 798

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