Reflexiones de Esperanza: Efesios: el autor y su propósito

“1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,” (Efesios 1:1-3)
 
La carta del Apóstol Pablo a la Iglesia en Éfeso es sin duda alguna una de las cartas más complejas que este autor escribió. De hecho, hay exégetas bíblicos, estudiosos formales del texto sagrado, que se detienen a identificar las palabras que Pablo utiliza aquí y aquellas que no utiliza aquí, en relación a las otras cartas que él escribió. A base de la identificación de ese estilo “rimbombante” y redundante de que vemos en esta carta, algunos han llegado a crear dudas acerca de la autoría de esta.[1]

Afirmamos que Pablo es el escritor de esta carta y estamos convencidos de que las diferencias textuales y temáticas que podemos encontrar aquí obedecen a una razón muy sencilla. Cada tema y cada público al que se le escribe necesitan y ameritan que se reconozcan sus circunstancias y sus necesidades particulares. Este ejercicio debe dictar la atmósfera y el estilo con el que se termine escribiendo ese documento.

Por ejemplo, es cierto que Pablo no menciona la Segunda Venida de Cristo ni el rapto de la Iglesia en esta carta (1 Tes 4:13-18). Sin embargo, decide hablar de la Iglesia como esposa de Cristo (Efe 5:25-32) definiendo esta relación como un misterio.

Examinemos esto de manera superficial. Creemos que algunos de los datos que componen este misterio incluyen que la Iglesia es edificada, construida desde las heridas de Cristo en la Cruz y desde el poder del Evangelio de Cristo. No olvidemos que Cristo dijo que edificaría su Iglesia sobre la declaración que hizo Simón Pedro.

“17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mat 16:17-18)

Reiteramos que Cristo dijo aquí que edificaría Su Iglesia sobre la declaración de Pedro y no sobre Pedro: “lego oti su ei petros kai epi taute te petra oikodomeso mou te ekklesian” (tu eres una piedra (“petros”, G4074)….sobre esta roca (“petra”, G4073).

¿Cuál es la importancia de estas expresiones y cuál es su relevancia? Cuando Cristo afirmó que edificaría Su Iglesia, estaba utilizando el mismo vocabulario que se utiliza en el libro del Génesis para la creación de Eva. Los verbos que se usan en la Biblia para describir la creación de Adán describen algo que fue hecho, creado, formado (Gn 1:26, 27; 2:8). En cambio, Eva fue edificada, construida (“bânâh” H1129; Gn 2:22). Sin duda alguna que la creación de la mujer fue mucho más compleja que la del hombre.

Es por esto que podemos afirmar que la Iglesia es edificada, construida desde las heridas en el costado de Cristo en la Cruz y desde el poder del Evangelio de Cristo: Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Cuando Pablo afirma que la Iglesia es la esposa de Cristo está revelando que Cristo es el segundo Adán, tal y como lo afirmó en su Primera Carta a los Corintios (1 Cor 15:22, 45).
La Iglesia que conquistará el mundo post-Covid es aquella que sabe que fue edificada desde la herida en el costado de Cristo y empoderada por el Espíritu de Dios en pentecostés (Hch 2).

Hay otros datos similares que pueden ser esgrimidos aquí para repasar el paralelismo existente entre la carta a Los Efesios y las otras cartas paulinas. Uno de ellos es el uso del concepto “santos” en las otras cartas que el Apóstol escribió (Rom 1:7; 8:27; 12:13; 15:25-26, 31; 16:2, 15; 1 Cor 1:2; 6:1-2; 14:33; 16:1, 15; 2 Cor 1:1; 8:4; 9:1, 12; 13:13; Fil 1:1; 4:21-22; Col 1:2,4,12, 22,26; 3:12; 1 Tes 3:13; 5:27; 2 Tes 1:10; 1 Tim 5:10; Fil 1:5,7). Recordemos que este es el nombre con el que el Apóstol Pablo describe a los creyentes en Cristo Jesús. Pablo usa este concepto en la Carta a Los Efesios con mucha frecuencia. Veamos algunos ejemplos:

“1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo….” (Efe 1:1-2)

“4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” (Efe 1:4)

“15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,”  (Efe 1:15)

“18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,”  (Efe 1:18)

“19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,” (Efe 2:19).

Este verso en particular, establece una relación directa con el tema de la ciudadanía celestial que Pablo describe en su carta los Filipenses (Fil 3:20).

“8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,” (Efe 3:8)

“11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” (Efe 4:11-13)

En reflexiones anteriores hemos compartido que este concepto describe a personas separadas (“hagios”, G40) para Dios mediante la acción salvífica de la sangre de Cristo y la operación del Espíritu Santo.

El mundo post-Covid solo podrá ser alcanzado por una Iglesia que sepa que es santa, que sepa vivir en santidad y que reconozca que tiene que cuidar esa santidad.

Regresando al análisis de la carta a los Efesios, tenemos que señalar que en esta carta, al igual que en las otras cartas de autoría paulina, todo lo que ocurre, ocurre en Cristo Jesús.

  • Los santos y fieles están en Cristo (Efe 1:1)
  • Las bendiciones en los lugares celestiales son en Cristo (Efe 1:3)
  • Todas las cosas están reunidas en Cristo (Efe 1:10)
  • Se espera en Cristo (Efe 1:12)
  • Las abundantes riquezas de la Gracia se muestran en Cristo (Efe 2:7)
  • Somos creados en Cristo (Efe 2:10)
  • Es en Cristo que somos acercados a la ciudadanía que solo Israel gozaba (Efe 2:12-13)
  • Somos copartícipes de las promesas en Cristo (Efe 3:6)
  • El propósito eterno de Dios es en Cristo (Efe 3:11)
  • La Iglesia es y está en Cristo (Efe 3:21)
  • Somos perdonados en Cristo (Efe 4:32)

Esta es otra pieza fundamental para aquellos que estamos preparándonos para enfrentar un mundo postCovid19.  La clave para logar hacerlo de manera exitosa reside en internalizar que todo lo que hacemos hay que hacerlo en Cristo Jesús, Señor y Salvador nuestro.

Es cierto que Pablo no saluda a nadie en particular en esa carta, como lo hace en otras cartas escritas por su mano. Este es un dato importante porque Pablo vivió varios años en la ciudad de Éfeso. La realidad es que esta carta debió haber sido escrita para todas las Iglesia en Asia y estos saludos podrían limitar su alcance.

Cuando el profesor Markus Barth analiza estos detalles, él destaca que no hay mención en esta carta acerca de la justificación y que la salvación no es definida aquí como “morir con Cristo” sino como levantarse con Él.

Existen  otros datos como el que acabamos de mencionar que intensifican esta discusión. No obstante, el Dr. John R.W. Stott resolvió todo esto identificando tres (3) elementos distintivos de esta carta que subrayan el carácter  único de esta[2] y su identidad paulina. En primer lugar, Stott dice que la carta a los Efesios tiene que ser distinta a las otras cartas paulinas porque esta carta es dedicada a la intercesión. Ninguna otra carta de este Apóstol posee tantos elementos acerca de la oración. La intercesión que Pablo levanta en el primer capítulo (Efe 1:15-23) y en el tercero (Efe 3:14-21) es única. De hecho, muchos exégetas bíblicos señalan que esta carta posee como distintivo el carácter y la forma de la oración. Pablo no procura convencer a los recipientes de esta carta. Él ora e intercede por ellos.

Esta es una enseñanza clave para aquellos que nos preparamos para enfrentar el mundo postCovid. La clave para acercarnos a aquellos que necesitan ser alcanzados reside en la oración y la intercesión.

Stott dice que la segunda característica de esta carta es la afirmación. En esta carta Pablo no necesita presentar argumentos apologéticos ni resolver polémicas eclesiásticas.  Stott subraya el dato de que Pablo utiliza ese espacio para elaborar una Cristología basada en el amor de Dios. El amor de Dios, la predestinación de Cristo y del cielo, el desarrollo de la madurez de la Iglesia, son algunos de los temas centrales de esta carta.

La tercera característica es la Gracia, la evangelización con el mensaje de la gracia. Pablo no escatima al decir que todos nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y en pecados. Pablo añade a esto que Dios, que es rico en misericordia, nos dio vida juntamente con Cristo a causa del gran amor con el que Dios nos amó (Efe 2:1-4).

Es desde este análisis que se deprende el propósito de esta carta. La carta a la Iglesia en Éfeso se enfoca en la obra salvífica que Dios operó a través del sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario y la intervención del Espíritu Santo para edificar, madurar y sostener a la Iglesia en medio de cualquier sociedad en la que ella viva.

Estos datos le añaden otro valor a esta carta; especialmente para aquellos que necesitamos enfrentar una sociedad post-Covid.

La resurrección de Cristo es considerada en esta carta como un evento histórico y el mismo poder que operó esa resurrección está disponible para todos aquellos que creen en Él como Señor y Salvador (Efe 1:15-23). La Iglesia que enfrentará el mundo post-Covid tiene que vivir en ese poder

La carta a los Efesios describe esa nueva humanidad como una que está capacitada para vivir la nueva vida que Cristo nos ha regalado porque ella ha sido salvada y edificada por la gracia (Efe 2:4-9). [3]

Esta carta enseña que esa intervención convierte a los santos, transforma a la Iglesia en una nueva sociedad dentro de la sociedad. Esta sociedad está compuesta por una nueva humanidad que ha sido creada en Cristo Jesús para caminar haciendo aquellas cosas que fueron separadas de antemano para ser hechas por ella (Efe 2:10).
Esa nueva humanidad es la familia de Dios:

“19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,” (Efe 2:19)
 
Esa nueva humanidad es el cuerpo de Cristo:

“11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,”  (Efe 4:11-12)
 
Esa nueva humanidad es el templo del Espíritu Santo:

“20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”  (Efe 2:20-22)

Esa nueva humanidad ha recibido del Padre unos estándares y unas herramientas que tienen que ser exhibidos. La carta a los Efesios describe esa nueva humanidad como una que está capacitada para vivir la nueva vida que Cristo nos ha regalado (Efe 2:1); esa vida que Él nos dio cuando Cristo fue resucitado (Efe 2:5). Esa nueva humanidad (Efe 1:3-2:10) y esa nueva sociedad (Efe 2:11-3:21) ha sido empoderada (Efe 5:15-20) para demostrar sus características de manera visible, con la unidad con la pureza, con el amor y con una conducta cónsona con los requisitos establecidos por Aquél que nos salvó por su gracia (Efe 4:1-5:21). [4]

Esa nueva humanidad ha recibido herramientas celestiales que le capacitan para establecer nuevas relaciones que le permiten vivir en harmonía en el hogar al mismo tiempo que somos hostiles al mal (Efe 5:21-6:24).

Como ha dicho John R. W. Stott, es por esto que esta carta es tan especial para la Iglesia. Para aquellos de nosotros que amamos la Palabra de Dios esta carta es pura música[5].
Referencias

[1]   Ephesians, A New Translation with Introduction and Commentary by Markus Barth, in the Anchor Bible (Doubleday, 1974. Vol. I, Eph. 1–3; Vol. 11, Eph. 4–6)

[2] Stott, John. The Message of Ephesians (The Bible Speaks Today Series) (pp. 19-21). InterVarsity Press. Kindle Edition.

[3] Ibid. (pp. 23-27)

[4] Ibid. (pp. 23-27)

[5] Stott, John. Ibid. (p. 16).

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