Notas del Pastor MJ: El Dios que escucha tu clamor

Hace todo el sentido del mundo que haya un profeta cuyo nombre sea “El Dios que ve”.  Esa es la historia de nuestro amigo Jahaziel.  Su nombre significa precisamente “aquel a quien Dios está viendo”.  Jahaziel no es un personaje muy conocido, pero jugó un papel central en una de las historias más sensacionales de la Biblia.  El pueblo de Judá tenía un problema de marca mayor.  Varios reyes se habían juntado para invadir su territorio.  Judá no tenía la capacidad de hacerle frente a este ataque, pero afortunadamente contaban con un rey sabio y entendido.  El Rey Josafat decidió mover al pueblo a buscar el rostro del Señor para pedir ayuda.  Es en ese instante que ocurre lo siguiente:

En uno de los episodios de obediencia y confianza en Dios más extraordinarios de la Palabra, el pueblo de Judá salió a la batalla de una forma muy distinta.  En vez de desplegar sus soldados, Josafat puso al frente a los cantores y líderes de adoración.  Mientras el pueblo entonaba cantos de alabanza, sus enemigos comenzaron a atacarse los unos a los otros y cayeron derrotados. 

Esta historia siempre me ha parecido extraordinaria.  Pero es aún todavía más impresionante cuando vemos que Dios decide contestar el clamor de un pueblo, en medio de un tiempo difícil, trayendo una palabra por medio de alguien que cargaba consigo una señal de la misericordia de Dios.  El profeta Jahaziel aún sin proferir palabra alguna ya anunciaba una palabra de esperanza: Dios siempre ve.

Puede ser que estés enfrentando situaciones tan difíciles que parezcan como ejércitos a tu alrededor.  Puede ser que no tengas la capacidad de manejarlas con tus propias fuerzas.  

Puede inclusive que se complique tu escenario por las expectativas que hay sobre ti para manejar el problema de una u otra forma; expectativas que no puedes cumplir.  Pero la palabra de esperanza es la siguiente: Dios ve.  Dios tiene su mirada puesta sobre ti.  El no anda desentendido de tu pesar. El está al tanto de todo lo que amenaza tu corazón.  El conoce que no tienes las fuerzas y que tus capacidades son limitadas.  El es el Dios que escucha tu clamor, es el Dios que ve y es el Dios que responde.  El es el Dios que actúa a tu favor.

No temas ni desmayes, Dios te ha visto y tu batalla le pertenece a él.