822 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVII • 14 de Nov del 2021

Entrando a un nuevo tiempo (Parte #5)
Reflexión por el Pastor/Rector: Mizraím Esquilín-García
822 • El Heraldo Digital – Institucional • Volumen XVII • 14 de Nov del 2021


“1 Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. 2 Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion. 3 Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados. 4 Porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón. 5 Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. 6 Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. 7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! 8 ¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion. 9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. 10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro. 11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. 12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel. ” (Isa 52:1-12)
            Las reflexiones acerca del capítulo 52 del libro del profeta Isaías nos han conminado a aceptar el
reto del Señor. Este reto puede ser sintetizado en una sola frase: ¡Hay que entrar a un nuevo tiempo! Dios
nos está llamando a entrar a una nueva temporada.
            La palabra escrita por este profeta nos ha invitado a ver el tiempo pos-COVID-19 como una
temporada para enfrentar nuevos retos y cambios. Dios utiliza una vez más al profeta Isaías para invitarnos a entrar a una temporada pos-pandemia, pos-terremotos y pos-María. Las palabras de este profeta nos invitan a ver ese nuevo tiempo como uno en el que las circunstancias que nos rodean no serán las que dicten nuestros cursos de acción. El Señor está retando a su Iglesia a aceptar nuevos derroteros celestiales y las oportunidades para ver milagros y recibir bendiciones nunca antes vistas.
            Los requisitos para poder lograr esto han sido el centro de nuestras discusiones por las pasadas
cinco (5) semanas. En primer lugar, hay que despertar del letargo emocional y espiritual en el que
podemos haber caído a causa de los efectos post María, los terremotos y la pandemia. En segundo lugar,
hay que vestirse del poder de Dios y de hermosura. Esto incluye vestirse de algo que hemos aprendido a llamar alabanza perfeccionada. En tercer lugar, hay que sacudirse el polvo de encima y en cuarto lugar, hay que levantarse del suelo.
            Sobre esto último, no es la primera vez que Dios le lanza a Puerto Rico el reto de levantarse en medio de una crisis sin precedentes. El análisis de nuestra historia nos ha legado documentos en los que hemos encontrado retos similares y de cara a situaciones de crisis tan trascendentales como las que enfrentamos hoy.
            La columna que vamos a compartir a continuación fue escrita por el amado Hermano Juan Rodríguez Cepero, otrora editor del Puerto Rico Evangélico. Esta era una publicación evangélica extraordinaria de principios del siglo 20 que era atesorada por todo el pueblo cristiano de Puerto Rico: particularmente lo que conocemos como la Iglesia evangélica histórica. Gigantes de la pluma tales como el Rdo. Abelardo Díaz Morales [1](padre del cuentista Puertorriqueño Abelardo Díaz Alfaro), Rafael Hernández, Juan Ortiz León, Carlos Barrios, Sergio Alfaro y Juan Rodríguez Cepero, son solo algunos de los nombres de los hombres y las mujeres que formaron parte de los obreros Cristianos de la primeras jornadas de evangelización de nuestro país.
             En esta revista de circulación nacional se presentaban las noticias más importantes de toda la obra
 evangélica en PR, así como el análisis y las discusiones de las noticias seculares más importantes para
 nuestro país. Entre otras cosas, se incluían estudios bíblicos, ayuda para las escuelas bíblicas dominicales
 reflexiones, así como informaciones misioneras locales y del exterior.
Les invitamos a disfrutar y a analizar la columna escrita que Rodríguez Cepero escribió bajo el
 título “Levántate y Anda”:
 
 “Levántate y Anda:
 Los pueblos como los hombres han tenido en la historia sus oportunidades. De saber aprovecharlas ha dependido su prosperidad, su desarrollo o su estacionamiento. El gran peligro se halla en no saber aprovechar las oportunidades a su tiempo, no tener el poder de una visión profunda para conocer el presente y adelantarse hacia el futuro. Esa desgracia tuvo España. La misma tuvo Francia e igual suerte acompaña a Italia.
 
 Parece que Dios reparte por igual sus beneficios a todos los pueblos esperando solamente que ellos se aprovechen de lo que se les concede. La suerte no es indiscutible patrimonio de unos ni de otros, sino lo es de todo el que sepa encontrarla y aprovecharse de ella. Cuando un pueblo desecha el bien éste como la brisa sigue su viaje y va a refrescar otras regiones quedando aquel entregado a las consecuencias de su equivocación. Así es la vida.
 
 Puerto Rico está ahora en el período de las grandes oportunidades. Puede aprovecharlas y asegurar un futuro próspero o desecharlas y prepararse a sufrir las consecuencias. Hace 18 años se ha iniciado un nuevo rumbo en nuestra vida. Fuimos sacados de nuestro antiguo centro y colocados en otro, y naturalmente giramos en una nueva órbita. Mucho depende de nosotros, dirá alguien; todo depende de nosotros digo yo. Estafaos ahora en el momento solemne de gestación social, moral y espiritual, y debemos ser serios y juiciosos. Estamos formando el nuevo individuo social y nuestra psicología
 como pueblo debe pasar por tremendas modificaciones para formarnos un futuro donde nuestra vida se desarrolle en armonía con el bien estable, permanente y deseable. El pueblo de Puerto Rico tiene ahora las oportunidades para fortalecerse intelectual mente: aprovéchelas; tiene oportunidades para fortalecerse espiritualmente: no las desperdicie. Lo que el pueblo siembre ahora eso cosechará dentro de un futuro no lejano.
  La necesidad más apremiante en los momentos históricos porque pasamos es la formación de nuestro ser moral y espiritual. Los elementos necesarios para esta obra están a nuestro alcance: tomémoslos. Se impone como una necesidad que el pueblo se levante y abandone el fardo viejo de tradiciones mohosas, los prejuicios formados al calor de la ignorancia de las cosas, las tendencias a un estacionamiento espiritual enervante, y fortalezca su espíritu con la vida nueva que se le ofrece. Se impone la necesidad de formar el nuevo hombre preparado para vivir dentro de la nueva vida: formémoslo. El Evangelio, el cristianismo puro, es el vehículo del progreso positivo; el medio para la solución de nuestros problemas: aceptémoslo.
 
 Levántate y anda es la voz que suena en los momentos actuales para Puerto Rico; este es nuestro momento histórico; si lo desechamos, si perdemos la oportunidad, sufriremos como otros pueblos las tremendas consecuencias y la culpa será nuestra. Levantémonos y andemos. J.R.C.”[2]
              La voz de Rodríguez Cepero parece haber sido inspirada por el Señor en las pasadas semanas del
 año 2021. No obstante, sabemos que este mensaje fue recibido por un Puerto Rico que se encontraba
 inmerso en tragedias, la escasez, el hambre, el analfabetismo, en oscurantismo y en medio de la Primera
 Guerra Mundial. De eso hace más de 100 años. Luego de esto llegó el terremoto del 10 de octubre de
 1918, la pandemia provocada por el flú español, la gran depresión y la Segunda Guerra Mundial. La
 historia nos deja saber que Puerto Rico escuchó la voz profética y se levantó.
             El mensaje es el mismo: hay que levantarse.
             En esta reflexión estaremos analizando el quinto requisito que este profeta describe: hay que
 sentarse (“yâshab”, H3427). Este concepto hebreo puede ser traducido como sentarse. Sin embargo,
 también aparece traducido en la Biblia de muchas otras maneras.[3] Algunas de ellas son habitar, acampar, casarse, morar, permanecer, establecerse, regresar, ocupar un lugar. En ocasiones puede ser traducido como hacer sentar, la piedra en la que uno se sienta, un trono, la silla de un juez o de un rey.[4]
             En el caso de este pasaje del profeta Isaías, este concepto puede representar la instrucción de la
 ciudad tienen que ir a ocupar el lugar que le corresponde luego de levantarse.
             Creemos que el análisis de los textos bíblicos que lo utilizan nos puede arrojar luz suficiente para
 que podamos desarrollar una mejor comprensión de sus usos y de sus significados.
       Por ejemplo, el escritor del libro del Génesis utiliza este concepto en varias ocasiones para describir un lugar de contiendas para los pastores de Abram y los de su sobrino llamado Lot. El mismo pasaje también lo utiliza para describir las soluciones que esta familia le encontró a este problema. Veamos:
 
 “1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.
 2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. 3 Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, 4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová. 5 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. 6 Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar. 7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra…..
 12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. 13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera. 14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. 15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. 16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
 17 Levántate, vé por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. 18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.” (Gn 13:1-7, 12-18)
              Este pasaje bíblico dice que el lugar en el que Abram y Lot habitaban (“yâshab”, H3427) no era suficiente para ambos. Ese pasaje dice que esto provocó lo que desde entonces ha sido conocido como “el lío de los pastores” (v.7). Ese pasaje continúa añadiendo que Abram decidió acampar (“yâshab”) en la tierra prometida (Canaán), mientras que Lot decidió irse a habitar (“yâshab”) en las llanuras hasta llegar a Sodoma (v.12). O sea, que esta crisis provocó que Lot decidiera “sentarse” cerca del lugar del pecado mientras que Abram decidió sentarse en la tierra de las promesas.
             Desde la perspectiva de este pasaje bíblico se desprende que las crisis y los conflictos nos pueden llevar a decidir sentarnos en los lugares correctos o en los lugares equivocados. Hay que tener mucho cuidado con estas decisiones.
 Este dúo de personajes bíblicos nos ofrece otra experiencia antitética acerca de los lugares en los que uno escoge hacer “yâshab”. Uno de ellos aparece en el capítulo 18 del libro de Génesis. El otro pasaje se encuentra en el capítulo 19 de mismo libro.
   “1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. 2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, 3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. 4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, 5 y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.” (Gn 18:1-5; “yâshab”en el lugar escogido por Dios)
 
 “1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, 2 y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. 3 Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. 4 Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. 5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.” (Gn 19:1-5; “yâshab” en el lugar del pecado)
               Es obvio que Abraham se encontraba sentado en el lugar correcto. Él hizo “yâshab” en el encinar de Mamre. Dios decidió pasar por allí a visitar a su amigo para recordarle la promesa que le había hecho. En esta ocasión la promesa estaría acompañada por el establecimiento de una fecha para su cumplimiento. La frase “según el tiempo de la vida” (v.14) significa el año entrante. En cambio, Lot se encontraba ahora sentado mucho más cerca del pecado que en la narrativa que encontramos en el capítulo 13 de Génesis. Lot ya no estaba cerca de Sodoma, sino que ahora estaba sentado en la puerta de la ciudad. Sentarse en la puerta de una ciudad en los siglos anteriores al nacimiento de Cristo representaba una posición de autoridad; un hombre con autoridad reconocida en la ciudad. O sea, que Lot se había dejado asimilar por Sodoma.
 Es obvio que este no es un lugar correcto para que se siente allí un hijo que forma parte de la promesa. La buena noticia es que Dios había enviado los ángeles que él recibió esa tarde para salvarle a él y a su familia.
 Es importante destacar que el análisis escritural de ese pasaje confronta a cada lector con una realidad cruda. El Profesor Nahum Sarna, un teólogo judío erudito de la traducción bíblica, ha documentado que la frase que se traduce “Sácalos, para que los conozcamos” (Gn 19:5) literalmente significa que los habitantes de Sodoma querían violar sexualmente a los ángeles que llegaron a buscar a Lot y a su familia.[5]
 La Biblia corrobora vez tras vez que la misericordia de Dios es insondable (Sal 69:16; 108:4). Lot escogió hacer “yâshab”, sentarse en el lugar equivocado y aun así, la intercesión de su tío Abraham provocó que la misericordia de Dios lo cubriera.
 La Biblia utiliza el concepto “yâshab” para describir lo que José decidió hacer con su padre y con sus hermanos luego de haberlos traído a residir a Egipto.
 “10 Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de la presencia de Faraón. 11 Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón.” (Gn 47:10-11)
 
  Ese pasaje describe que Jacob y sus hijos fueron enviados a hacer “yâshab” en uno de los mejores lugares en todo Egipto. José había conseguido el permiso del faraón para hacer esto.
 Ahora bien, son los salmos los que nos ayudan a entender la riqueza espiritual que posee ese concepto. Veamos algunos ejemplos de esto:
  “4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Sal 27:4)
  “4 Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán. Selah 5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos.”  (Sal 84:4-5)
  “1El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.” (Sal 91:1-2)
              Las implicaciones de estas expresiones serán analizadas en nuestra próxima reflexión.
   
   [1] Una de las hijas del Rdo. Díaz Morales fue maestra de inglés de la hna. Anselmina Gautier cuando esta última
   cursaba los estudios de escuela superior.
    [2] Puerto Rico Evangélico. AÑO 4. PONCE, PUERTO RICO, JUNIO 25 DE 1916. NUM. 24.      
     https://archivonacional.com/PL/1/1/20744
   [3] Brown, F., Driver, S. R., & Briggs, C. A. (1977). Enhanced Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon  
   (pp. 442–443). Oxford: Clarendon Press.
[4] Whitaker, R., Brown, F., Driver, S. R. (Samuel R., & Briggs, C. A. (Charles A. (1906). The Abridged Brown-Driver-Briggs Hebrew-English Lexicon of the Old Testament: from A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament by Francis Brown, S.R. Driver and Charles Briggs, based on the lexicon of Wilhelm Gesenius. Boston; New York: Houghton, Mifflin and Company.
[5] Sarna, Nahum M..  2001. JPS Torah Commentary: Genesis Hardcover. The Jewish Publication Society; 1st
     Edition,  p. 135.
 
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