Notas del Pastor MJ: El testimonio

Recientemente tuve una experiencia muy interesante con un trabajo de investigación para una clase.  La tarea consistía en entrevistar a una persona de un país distinto para conocer elementos de su cultura, religión y política.  La persona que entrevisté vive en Inglaterra, pero su país de origen es la India.  Como parte de sus respuestas, esta persona mencionó varios aspectos interesantes acerca de su país de origen.  Entre estos están los siguientes: se considera de mala suerte estornudar antes de comenzar un trabajo, es de mal gusto usar calzado dentro de una residencia y no se come carne de ningún mamífero.  Hace algunos años atrás tuve la oportunidad de viajar a la India por motivos profesionales y puedo dar fe de lo que esta persona mencionó en sus respuestas.  Pero verlo en blanco y negro sirve para constatar que somos distintos, tenemos costumbres diferentes y esas costumbres definen nuestra perspectiva de vida.  Una nota al calce, estas diferencias son de vital consideración a la hora de hacer misiones.

Un dato curioso es que como parte de la entrevista le hice algunas preguntas acerca del cristianismo, esto con el propósito de saber si conocía acerca de Jesús.  Sus respuestas acerca de esto fueron muy interesantes.  Esta persona conoce acerca de Jesús aunque no practica de lleno esta religión.  No obstante, mencionaba que estaba interesado en conocer más acerca de las historias bíblicas porque los cristianos en su país eran personas que se preocupaban por los demás, siempre estaban cantando, orando y compartiendo en familia.  ¡Gloria a Dios por el testimonio de esos creyentes! No sabemos quienes son, pero nos alegramos de que están haciendo un buen trabajo.

La importancia del testimonio de un cristiano es vital.  Nuestra forma de actuar, de tratar a las personas y de comportarnos en nuestro contexto de vida, es un mensaje más poderoso que el de docenas de sermones.  Cuenta la historia que el gran Mahatma Gandhi mencionó las siguientes palabras acerca del cristianismo: “Me gusta su Cristo, pero no sus cristianos”.  Esto va totalmente alineado con una de sus frases más célebres: “Mi vida es el mensaje”.

No podemos divorciar nuestra creencia de nuestros actos.  Lo que decimos amar y creer debe determinar nuestra perspectiva de vida, nuestros pensamientos y nuestros actos.  Nos toca a todos hablar de Jesús.  Ese trabajo no está destinado a pastores, evangelistas o misioneros, sino que es una tarea de todos.  Ese fue el diseño original del evangelismo.  Eso era lo que practicaban los primeros creyentes.


Nos invita el Señor a volver a ese modelo.  Una de las mejores maneras de hacer esto, es brillar en el sitio en donde estas.  ¿Aceptas el reto?