Notas del Pastor MJ: Afirma tu vida en buena tierra

¡La importancia de la buena tierra! Hace varias décadas atrás, el lugar en donde vivo solía ser una montaña en la cual había muchos árboles frutales.  Resulta ser que un caballero con quien suelo recortarme el cabello se crio por esos lares y siempre me ha mencionado que en esos montes solía agarrar naranjas para comer y hasta aguacates.  Vivo muy agradecido del lugar en donde vivo pues considero que es precioso.  Pero uno de los desaciertos del desarrollador de ese lugar fue que, para construir esa urbanización, dañó gran parte de ese terreno.  Para poder aplanar cada lote y prepararlo para sus fundamentos se rellenó el terreno con una tosca que es inservible para el cultivo.  Como consecuencia, es bien difícil que los arboles frutales se desarrollen de forma efectiva.  Esa fue la experiencia con unos arbolitos de papaya que intenté cosechar.  Sembré estas semillas y tan pronto comenzaron a germinar fui trasplantando las matitas, en tiestos conforme a sus tamaños.  Cuando crecieron según el tamaño apropiado, las resembré en el terreno de mi patio.  Poco a poco las hojas fueron cayendo y los arbolitos se debilitaron, hasta que se cayeron.  Esto no fue por falta de cuidado, pues le echaba agua y abono a menudo.  Pero si el terreno no es bueno, la planta no tiene muchas posibilidades de crecer en salud.  Palabras con luz.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos … Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae” (Salmo 1:1, 3)

Dios nos ha llamado a estar plantados en un terreno saludable, un terreno que garantiza nuestro bienestar y nuestra salud.  Dios nos llama a estar plantados en un terreno que garantiza nuestro crecimiento adecuado.  Si estamos plantados en ese terreno, nuestra hoja no va a caer.  En cambio, si estamos plantados en otro terreno, no vamos a recibir los nutrientes necesarios y nuestro crecimiento estará en peligro.  Ese terreno saludable en donde Dios desea plantarnos es su palabra, sus mandamientos, sus ordenanzas para nuestra vida.  Pero nosotros podemos elegir salirnos de esa buena tierra por cuenta propia para intentar afirmar nuestra vida en otros fundamentos.  Lo resultados nunca serán buenos.  No se trata de lo hermoso de aquello que intentemos edificar.  Por mas extraordinario que aparente ser, si no está bien fundamentado, si no está bien arraigado, no va a poder subsistir. Hay quienes hoy en día andan sembrando sus relaciones, sus proyectos de vida y sus anhelos en terrenos inservibles.  Tarde o temprano las hojas de esos “arbolitos” se van a marchitar.  No dejes que eso te pase.  Afirma tu vida en buena tierra, para que de fruto a su tiempo y tu hoja no caiga.

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