Notas del Pastor MJ: Paz sinigual

Si hay algo que todos necesitamos es paz.  En medio de este mundo lleno de ansiedades, preocupaciones e influencias contrarias que intentan a diario desestabilizarnos, es necesario mantener la paz de nuestra alma.  Pero sabemos que no siempre podemos mantener esa paz que necesitamos por nuestra propia cuenta.  De hecho, es imposible tan siquiera alcanzar esa paz por cuenta propia pues la paz que necesita nuestra alma y nuestro corazón no es de naturaleza humana.  Esa paz que necesitamos no se puede conseguir con metas personales, dinero, fama, reconocimientos o influencia.  Esa paz que necesitamos no es sinónimo de bienestar integral ni mucho menos es ausencia de conflictos.  La paz que necesitamos es un fruto del Espíritu y debe ser capaz de rodearnos, aún en medio de las experiencias de dolor y angustia.  Esa paz solo se puede conseguir a través de Jesús, pues es él quien puede otorgar una paz que nada ni nadie nos puede quitar.  Pero hay algo extraordinario que hace Jesús con nosotros.  No solamente él es capaz de otorgarnos esa paz, sino que nos protege con ella.  Mira lo que dice la Biblia al respecto:


Aprendí los otros días que este verso tiene un contexto particular.  La palabra “guardará” que se utiliza en ese verso está matizada por la imagen de un soldado militar que protege un litoral para prevenir una invasión hostil.  Con toda probabilidad el apóstol Pablo (quien escribe este verso) estaba muy familiarizado con este cuadro al estar tan expuesto a soldados del imperio romano en todas sus andanzas.  Esto le da una perspectiva distinta a este verso.  Lo que esto significa es que Dios activamente guarda nuestras mentes y nuestros pensamientos con su paz.  Su paz funciona como un mecanismo de defensa y de protección; como un soldado que protege nuestro ser de las invasiones hostiles que intentan minar nuestra tranquilidad.  Esto es de gran importancia porque nosotros estamos expuestos a muchas invasiones hostiles, todas ellas apuntando a socavar los cimientos de nuestra tranquilidad.  Pero cuando la invasión de la duda, del temor, de la angustia, de la tristeza o del desasosiego intenten amenazar tu ser, recuerda que Dios ha prometido guardarte con su paz.  Dios ha prometido velar y proteger tu corazón, tal y como lo hace una guardia militar.  Dios nos ha regalado una paz, capaz de guardar nuestro corazón y nuestro pensamiento en Cristo Jesús.  Y esta última parte es la más importante, porque es solo a través de Jesús que esto se consigue. Te invito entonces, si aún no lo has hecho, que le des una oportunidad a Jesús para que te llene de esa paz sinigual.