Notas del Pastor MJ: El es fiel y no te fallará

Con el paso del tiempo hay objetos que caen en desuso y perdemos la recolección de su utilidad y de cómo funcionan.  Esto ha sucedido en las últimas décadas de forma dramática.  Los jóvenes de hoy en día no conocen como operar un teléfono de disco o los usos de un teléfono público.  Es bien probable que tampoco sepan para qué sirve un tocadiscos o cómo insertar un cassette en el radio portátil para poder escuchar música. Esto es solo una muestra de múltiples ejemplos que podríamos traer a colación.   Lo mismo nos sucede a nosotros con múltiples objetos en la Biblia.  Uno de ellos está listado en el siguiente verso:

“Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos.” (Salmo 119:83)

Un odre es un tipo de botella antigua hecha de cuero.  Su uso principal era transportar vino, aunque se utilizaba también para cargar múltiples artículos líquidos y secos.  Relacionado a este objeto hay toda una gama de términos tales como odres amargos (que dañaban el contenido), odres preciosos (que contenían perfumes) y odres ungidos (que se utilizaban para cargar aceite). Pero el verso anterior habla de un odre al humo.  Resulta que en la antigüedad estos odres se suspendían del techo o se colgaban en las paredes de las viviendas, esto por motivos de seguridad.  Cada vez que se encendía un fuego dentro de estas viviendas, ya sea para combatir el frío o para cocinar, el humo denso solo podía escapar por las ranuras en donde se colgaban estos odres (porque no habían chimeneas).  Por lo tanto, los odres recibían todo ese humo, llenándose de ollín y arrugándose en el proceso.  Técnicamente esto les hacía inservibles.  El poderoso rey David, al usar esa expresión está dejando ver su fragilidad.  El está diciendo que su aflicción es tan grande que le ha hecho sentir que su vida ya no tiene uso.

Hay mucho humo que ha minado nuestros alrededores en tiempos recientes.  Al igual que sucede con los odres, de forma gradual nuestra vida se va contaminando con todo eso que permea a nuestro alrededor y nuestro corazón puede arrugarse y perder vigor.  Son esos días de los cansancios acumulados, por virtud de todas las luchas y batallas que hemos tenido que enfrentar.  

Son esos momentos en donde faltan las fuerzas y no se ve el final del camino.  Son esos tiempos en donde conocemos de hoy, pero no sabemos cómo enfrentaremos el mañana.  Pero lo hermoso es que la palabra de esperanza para esos tiempos no se hace esperar, pues está incluida en esos versos.  Cuando te sientas como el odre al humo, la clave es recordar los estatutos de Jehová.  Puedes sentir cansancio y debilidad, pero Dios no falla a sus promesas.  Puedes sentir que tu alma y tu ser se arrugan por los embates del camino, pero Dios no falta a sus palabras.  Puedes inclusive llegar a pensar que tu vida no tiene utilidad, pero Dios ha dicho en su Palabra que eres su especial tesoro, que te ama y que aunque estés afligido y necesitado, él no va a dejar de pensar en ti.  (Salmo 40: 17).    

Puede ser que te encuentres como el odre al humo en este tiempo, pero no dejes de recurrir a los estatutos de Dios.  Su Palabra es real y certera, porque él es fiel y no te fallará.

2 Comments


Abigail - October 6th, 2022 at 11:54am

Wao,pastor,estoy así,qué maravilloso mensaje,alienta mi alma,estoy derribada pero no destruida,Dlb

Maria Nazario - October 7th, 2022 at 11:17pm

Una reflexión que refresca el alma abatida. Gracias por la reflexión oportuna. El Señor es fiel y siempre extiende sus brazos con amor y misericordia. Amén.

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