Notas del Pastor MJ: Nuestra Escalera

La locura de Marzo, como es comúnmente conocido, es el periodo en donde se dilucida el campeonato del baloncesto colegial de los Estados Unidos. Este periodo comienza con los campeonatos de las conferencias y regiones de todo el país y culmina con un torneo de los mejores 64 equipos que se disputan entre sí el honor de ser coronados como el mejor de toda la nación. Es tradición durante este torneo, que al final de cada juego, los jugadores y entrenadores del equipo vencedor suben en una escalera y cortan un pedazo de la malla que está en uno de los canastos. Esto representa un pequeño “souvenir” de cada victoria obtenida. Esta tradición se ha hecho tan famosa que ahora inclusive hay “escaleras oficiales” para la ceremonia del corte de malla, esto por virtud de compañías que fabrican estos productos y que auspician el torneo. Mientras veía en estos días el anuncio de una de estas “escaleras oficiales” vino a mi memoria un relato de la primera escalera oficial que apareció en la historia:


Jacob venía huyendo de su hermano, a quien había entrampado para robarse su primogenitura. En medio de su trayecto llega a un lugar, al cual luego le puso por nombre Bet-el (Casa de Dios) y allí tiene ese sueño. Son muchas las cosas que se pueden discutir de ese pasaje, pero una de ellas es la representación que tiene esa escalera acerca de la providencia de Dios. Dios siempre hace provisión para que haya una correspondencia constante entre el cielo y la tierra. Dios conoce lo que está sucediendo con nosotros y en medio de nosotros y nos hace provisión para suplir nuestra necesidad. Esto lo que significa es que Dios no nos deja a la deriva. Tal y como le sucedió a Jacob, Dios sale a nuestro encuentro para atender nuestra necesidad y dirigir nuestros pasos hacia la senda correcta.

Pero como mejor se resume esto es hablando de Cristo. Cristo es nuestra escalera pues él es el mediador entre nosotros y el Padre. Cristo es quien provee el camino para que podamos llegar delante del Padre, tal y como somos y recibir salvación. No hay otra escalera para poder llegar al Padre. Es Cristo Jesús quien reconcilia todas las cosas, las que están en la tierra como las que están en los cielos (Col 1:20) y solo a través de el que se completa el plan de Dios para reunir todas las cosas, incluyendo las que están en los cielos y las que están en la tierra. En resumidas cuentas, Cristo es la conexión que busca tu corazón.  

Hay quienes buscan subirse a otras escaleras para alcanzar satisfacción. Pero no hay pedestales materiales, relacionales, de poder o de reconocimiento que puedan ser superiores a la operación de Cristo. El es el mediador por excelencia y solo por él y a través de él obtenemos salvación.