Notas del Pastor MJ: Carrera de Ensueño

Fue una carrera de ensueño. Desde que sonó el disparo ya era notable que ella estaría entre los primeros lugares. Luego de rebasar la primera curva, todas las corredoras abandonan sus carriles asignados, para correr en el carril de adentro. Es ahí que se distingue sin lugar a duda en cual posición se encontraba Esther. Con suma agilidad, Esther procedió a rebasar a la corredora que tenía de frente para ocupar la segunda posición en el evento que apenas comenzaba. Es importante destacar que la carrera de 800 metros es un evento muy táctico en donde se combinan la velocidad, el fondo y la explosividad en los momentos claves, para un buen desempeño. Esther estaba siguiendo su plan de carrera al pie de la letra. Se mantuvo detrás de la corredora que iba al frente por un poco más de 400 metros, sin dejarla ir muy lejos. Ella conocía el perfil de esa corredora y sabía el momento preciso para pasarle. No podía ser antes, no podía ser después. En la curva final, faltando poco más de 100 metros para que finalizara la carrera, Esther decide dar un halón y se posiciona en el primer lugar. Apenas solo faltaba la recta final y el oro era suyo. Con lo que no contaba era con una corredora de su mismo equipo que avanzaba a grandes pasos desde el tercer lugar. Esther relataba que no la sintió cuando se puso detrás de ella. Fue al mirar la pantalla del estadio que transmitía los visuales de la carrera, cuando se dió cuenta de que no estaba sola en la recta final. La corredora había acortado la distancia y amenazaba con pasarle en los últimos metros. Cuello a cuello, pisada a pisada, ambas corredoras dieron el todo en esos últimos instantes, con el fin de ganar la carrera. Pero Esther pudo más. Ese día Esther Santana se coronó como la campeona de la carrera de 800 metros en la edición 94 de las justas de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI), representando los colores de la Universidad de Puerto Rico recinto de Bayamón.    

Las justas de la LAI es el máximo evento competitivo a nivel universitario. Agenciarse una medalla de oro en ese nivel, es en sí mismo algo histórico y que pasa al argot de las leyendas deportivas puertorriqueñas. Pero cuando uno conoce a Esther, este logro se torna aun más impresionante. A Esther le caracteriza una sencillez y una dulzura única, producto de su amor por Dios. Esther es excelente hija, hermana, sobrina y nieta. Esther es además una de las líderes de nuestro grupo de jóvenes y es parte de nuestro equipo de ujieres en la Iglesia AMEC. Nunca se pierde un compromiso de servicio en la iglesia, siempre recibiendo a todos con una sonrisa. Ella logra todo esto mientras cursa estudios en Ingeniería Industrial, con un grado de excelencia académica extraordinario. A todo esto hay que añadirle que practica dos veces al día, por espacio de seis días a la semana. Es algo sencillamente admirable. El apoyo de sus padres, tíos y de su familia extendida es vital en ese esfuerzo.

Me fascina la historia de Esther porque en este tiempo es extraordinario ver a una joven que en sentido literal y figurativo corre hacia una meta. En este tiempo en el cual mucha gente anda por la vida sin propósito, es necesario detenernos a ver estos testimonios. Se puede soñar, se puede competir, se pueden lograr grandes cosas, mientras servimos al Señor. Es cierto que Dios honra a aquellos que le honran. En ocasiones hace falta decidir por el esfuerzo y con determinación seguir adelante con arrojo, en pos de aquello que Dios nos ha encomendado. Pero vale la pena. 

Te invito a que tomes inspiración con esta historia y decidas proseguir tu carrera, sin desmayar, en pos de aquello que Dios te ha encomendado. El te va a respaldar y no te va a dejar. Sigue caminando en el propósito de Dios para contigo. Vale la pena, pues él ya tiene tu galardón.

"Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:14)

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