Reflexiones de Esperanza: Efesios: el cumplimiento de los tiempos (Parte V)

“9 Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. 10 Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra.”  (Efesios 1:9-10, NTV)

La industria farmacéutica de los Estados Unidos decidió involucrarse en los programas del desarrollo agresivo de sus líderes. Esto ocurrió para finales de la década de los años 70 y el inicio de los años 80.  Acrónimos tales como “MBWA” (Management by walking around) y escuelas de adiestramiento tales como el “Quality College” (Philip Crosby Associates Inc.) se convirtieron en el estándar de esa industria. Fue allí que comenzaron a aparecer redefiniciones de los conceptos básicos de esa clase de industria. Por ejemplo, el concepto de la calidad fue redefinido como “conformance to requirements” (conformidad con los requisitos). El tema de la prevención y la definición del desempeño esperado como uno con cero defectos, forma parte de la cultura de esa industria desde esa época.

Repasando las notas de algunos de esos adiestramientos corporativos encontramos los énfasis en las filosofías de liderazgo de algunos de los fundadores de la nación Norteamericana (EUA). Por ejemplo, Samuel Adams dijo lo siguiente en mayo 18 de 1774:

“La Administración ha perdido por completo el sentido de lo que es moral y es gobernada por la pasión, la crueldad y la venganza” (traducción libre)

Uno de los consejos de Samuel Adams era que había que hacer “Sonar la Trompeta.” Esto es, la concientización de aquellos a quienes servimos. Adams invitaba a los suyos a mirar hacia el futuro. Él decía que el éxito no es de los fuertes sino de aquellos que se mantienen vigilantes, activos y valientes. Samuel Adams puntualizaba que había que crear una red efectiva de comunicaciones para poder conseguir salir de ese caos.

John Adams (1786) había dicho lo siguiente:

“Una empresa no puede ser planificada sin  habilidad o sin personas calificadas y principios; sin estos, ellos no podrán tener confianza suficiente unos en los otros.”

Esas expresiones fueron seguidas por aseveraciones en las que él insistía que era necesario tener una buena idea de hacia dónde vamos antes de intentar inspirar a otros. John Adams dijo que había que aprender a detectar el momento oportuno para despertar al pueblo y capturar la oportunidad. Él insistía en que había que construir y desarrollar una visión de futuro para el pueblo. Esa visión tenía que ser simple. Además, que había que invitar a otros a participar de esa visión, utilizando las metas como vehículos para alcanzar esa visión.

Este repaso histórico nos permite comparar las actitudes y las determinaciones de otras generaciones con las de esta generación. Nuestra generación ha decidido arrestar a los padres que protestan por los currículos aberrantes que quieren implantar en las escuelas Norteamericanas. Sin embargo, no arrestan a aquellos que roban en las tiendas, siempre y cuando se lleven menos de mil dólares en mercancía.

Tal y como decía Samuel Adams, esto es solo un ejemplo de una crisis creada por una Administración que ha perdido por completo el sentido de lo que es moral y que es gobernada por sus pasiones, su crueldad y su sed de venganza. Tal y como decía John Adams, estas situaciones requieren la construcción de un proyecto de futuro que sea cónsono con lo que es correcto.

Tenemos que puntualizar que John Adams era un defensor de la Biblia. Él dijo lo siguiente en una carta dirigida a su amigo Benjamin Rush:

“La Biblia contiene la Filosofía más profunda, la Moral más perfecta y la Política más refinada que jamás haya sido concebida en la Tierra…..Creo que es el único Sistema que ha podido y que puede preservar una República en el mundo.”[1]

El Apóstol Pablo fue inspirado por el Espíritu Santo para proveerle herramientas a la Iglesia de todas las generaciones. La Iglesia tiene sus estándares documentados en la Santa Palabra de Dios. En la Carta a Los Efesios encontramos el llamado a la conformidad con los requisitos, a la prevención y la definición del desempeño esperado como uno con cero defectos, sin manchas ni arrugas (Efesios 1:4; 5:27).

La Iglesia no depende del sentido ni de la filosofía de gobernanza que pueda tener la Administración de turno. Ella ha sido llamada a hacer “sonar la trompeta” y a mirar hacia el futuro; hacia “la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:10, RV 1960). Ella sabe hacia dónde va y qué es lo que nos depara el futuro. Ella ha sido empoderada para concientizar a todos aquellos que sirven y para procurar que se alcancen todos aquellos a quienes servimos. Ella ha sido llamada crear una red efectiva de comunicaciones para poder conseguir salir del caos imperante. Ella tiene que mantener la comunicación entre todas las partes del Cuerpo de Cristo.

La Iglesia ha sido llamada a capacitar y desarrollar sus miembros procurando que todos ellos alcancen la estatura del Varón Perfecto (Efesios 4:13). Esto es, hombres y mujeres que viven los principios del reino.

La Iglesia sabe que cada escenario de caos no es otra cosa sino una invitación para que el Espíritu de Dios se mueva sobre las aguas (Gn 1:2). Así lo explicaba el siempre recordado Rdo. Dr. Roberto Amparo Rivera.

La Iglesia de la posmodernidad tiene que aprender a manejar los tiempos en los que ella vive. Ella tiene que mantenerse vigilante, activa y con valentía. Esto se puede aprender repasando el testimonio de la Iglesia en otras generaciones.

Esta invitación nos conmina a no temer hacer los llamados al pueblo que sirve en la Iglesia y al pueblo al que la Iglesia le sirve. Este es el momento oportuno; el tiempo que hay que redimir, que hay que aprovechar porque los días son malos (Efesios 5:16).

La Carta a Los Efesios nos deja conocer que la Iglesia no necesita construir una visión de futuro. La visión del futuro de la Iglesia ha sido definida desde antes de la fundación del mundo:

“27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” (Efesios 5:27).

“7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:7-8)

Ese el producto final: así se verá la Iglesia al final de los tiempos. Esas metas tienen que ser utilizadas como los vehículos para que la Iglesia despierte y para que se haga el trabajo que se nos requiere como Cuerpo de Cristo.

Al mismo tiempo, la misión de la Iglesia, la labor que ella tiene que desarrollar durante su peregrinación hacia alcanzar la visión, también ha sido definida en las Sagradas Escrituras. Una de estas tareas obliga a la Iglesia a “redimir” (“exagorazō”, G1805) el tiempo. Este concepto significa lo siguiente:

“literalmente, aprovechar el tiempo, hacer buen uso de la oportunidad (Ef 5:16; Col 4:5+), para otra interpretación, ver siguiente; 3. LN 68.73 (dep.) trabajar diligentemente, hacer algo con intensidad y urgencia, literalmente, “aprovechar el tiempo” para otra interpretación, ver anterior; 4. LN cf. 33.294–33.298 hablar con cautela, literalmente, ganar tiempo, esta es otra interpretación posible de los pasajes de Efesios y Colosenses, se encuentra en Daniel 2:8 (LXX). Desde la prisión, Pablo exhorta a hablar con palabras de sabiduría y a ser cuidadosos en un mundo de maldad.”[2]

En nuestra reflexión anterior compartíamos la necesidad de recuperar la visión de la dimensión de la altura a la que nos ha llamado Dios. Utilizamos parte de esa reflexión para hacer un llamado a vivir como Cristianos disfrutando la vida que Dios nos ha dado. Al mismo tiempo, con la responsabilidad de que hemos sido llamados a ver la vida como nuevas criaturas que han sido resucitadas y que están sentadas en lugares celestiales junto a Cristo Jesús (Efe 2:6).

Decíamos allí que este llamado es cónsono con una vida que se desarrolla con la óptica del poder de la resurrección. Añadimos a esto que esa perspectiva de la altura a la que nos invita Dios es sinónimo de la definición de la adoración que nos regaló Abraham J. Heschel.

El llamado de esta reflexión es a que recuperemos la dimensión de la anchura de la vida en Cristo.

“18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” (Efesios 3:18-19)

Echamos mano, una vez más, de un sermón de Martin Luther King.[3] Compartimos que esta leyenda del Evangelio y de las luchas por los Derechos Civiles decía que algunos seres humanos nunca pasan de la primera dimensión de la vida: la largura. Esto es, la dimensión y el aspecto individual de nuestra existencia. King decía que se trata de personas que pueden ser realmente brillantes con capacidades para desarrollar sus habilidades individuales, pero no obstante vivir paralizados por las cadenas que les atan a una vida auto centralizada y egoísta. El Dr. King señalaba que las ambiciones personales de estos les hacen olvidar el pensamiento de John Donne: nadie es una isla:
  
“No man is an island, entire of its self; every man is a piece of the Continent, a part of the main.” (“ningún hombre es una isla, entera de uno mismo; cada hombre es parte de un Continente, una parte del todo”: traducción libre)

Este es un reclamo que posee 400 años; un reclamo a batallar en contra del aislacionismo.  

El Dr. King reseñaba que esto es trágico porque para que la vida esté completa se requiere la dimensión de la anchura. Esto es, ocuparnos del bienestar de otros. El sermón del Dr. King destacaba que ningún hombre, ningún ser humano ha aprendido realmente a vivir si no supera los estrechos confines individualistas. Para este Pastor Bautista el “largo sin el ancho” es como un río que no tiene a dónde ir; se harta tanto que se hace mortal para la vida. Se acaba la frescura de la vida y la creatividad a lo largo se convierte en esterilidad.

King subrayaba que esta es la enseñanza de la parábola del juicio de las naciones; la separación de las ovejas de los cabritos (Mat 25:31-46). Esa parábola enseña que en ese juicio no nos preguntarán cuantos títulos universitarios tenemos, o cuanta riqueza acumulamos. Las preguntas serán las siguientes; ¿Alimentaste al hambriento? ¿Cubriste al desnudo? ¿Le diste agua al sediento? ¿Recibiste al forastero?

Esta es una invitación que va mucho más allá de decidir entre el altruismo y la vida egoísta. Esta es una invitación a decidir si cumplimos con los requisitos de la Palabra o no; “conformance to requirements.” Sabemos que hay profesiones y trabajos vocacionales hermosísimos que pueden inclinar al ser humano a cualquiera de los dos extremos. ¿Podemos ser médicos para ver 40-50 pacientes diarios para pagar así nuestros estilos de vida? ¿Podemos ser profesores que nunca procuremos estar actualizados, so pena de no tener que enfrentar cambios trascendentales en nuestras filosofías de vida? ¿Escogeremos ser letrados que abominen el derecho y la ética? ¿Escogeremos ser plomeros que cobren 300 veces el valor justo de una reparación?

La invitación a peregrinar hacia la dispensación del cumplimiento de los tiempos requiere preguntarse qué hemos estado haciendo por los demás, por nuestro país y/o por nuestro Señor. El Dr. King decía que la dimensión del “yo” sin la dimensión del “nosotros” nunca estará completa. La falta de interacción sana ha sido en parte creadora de una sociedad necesitada de muchos psicólogos y muchos psiquiatras.

Esta invitación a razonar la fe desde esta perspectiva es también un llamado al trabajo en equipo. Una frase monumental del sermón de Dr. King es la que describe que algunos hasta podrán olvidar que en el “Piano de la vida” las teclas Blancas no producen una armonía completa sino suenan en combinación exacta con las teclas negras.

Las discordias internacionales, nacionales, locales, políticas y sociales hallan mucho alimento aquí. Por ejemplo, en la India, en el año 2016, cerca de 121 millones de hogares pertenecen a la clase media (en términos de ingresos) obteniendo entre 7,700 and 15,400 dólares (U.S) anuales.[4] Al mismo tiempo, 684 millones de habitantes viven con menos de $100 dólares al año. Para colmo, en muchos casos, los que tienen no le pueden dar a los que no tienen porque esos indigentes se niegan a recibir las contribuciones por razones religiosas.

Aquellos que ven la India demasiado lejos, les recordamos que este planeta se nos está quedando chico. De hecho, es en India que están establecidas las mayorías de las plataformas de asistencia técnica a la que tenemos que acudir por teléfono o por mensajes cibernéticos (chat) cuando tenemos problemas con algunos de nuestros sistemas de computadora o de servicios por internet.

Ha llegado el momento de entender que todos los seres humanos somos interdependientes. Hay que reconocer que la necesidad de interactuar en la dimensión de la anchura es indispensable para una vida plena. Estancarse en ella es vivir una vida ignorando la existencia del cielo.

El llamado del Apóstol Pablo es a que seamos conscientes de que el Señor nos llama a que recuperemos el sentido de la anchura. La Iglesia no puede caminar hacia la dispensación del cumplimiento de los tiempos de espalda a estas realidades.
 Referencias

[1] https://founders.archives.gov/documents/Adams/99-02-02-5166.

[2] Swanson, J. (1997). Diccionario de idiomas bı́blicos: Griego (Nuevo Testamento) (Edición electrónica.). Bellingham, WA: Logos Bible Software

[3] Martin Luther King. 1963. “From Strength to Love”: New York Harper & Row.

[4] https://www.statista.com/statistics/482584/india-households-by-annual-income/.

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