Carmelina García Pérez “Minín”

Carmelina García Pérez, mejor conocida como Minín Esquilín, fue una mujer extraordinaria.  Una personalidad efervescente junto con una alegría distintiva le caracterizaban.  Ella era de estas personas que cuando llegaba a un lugar, todo el ambiente alrededor cambiaba, pues ella se dejaba sentir.  Los que la conocen saben que también tenía un carácter férreo, pero su trato era dulce por demás.  Ese aspecto de ser esposa, madre y abuela de ministros es algo de lo cual se tendrán que escribir muchos volúmenes.  Pero también contribuyó de manera directa e indirecta en la formación de cientos y cientos de líderes, con su consejo, su dirección y su testimonio.  Minín y su esposo Jacinto fueron los pastores fundadores de nuestra iglesia.  Pero aún desde antes de que se fundara este ministerio ya su hogar era el lugar de encuentro para múltiples reuniones de clamor y alabanza.  Minín era una servidora incansable, quien llevaba a cabo muy bien su ministerio de acompañamiento.   Era también una cocinera extraordinaria, aspecto que muchos de los que iban a los servicios de oración en su hogar pudieron testificar.  Ella era también una mujer de un consejo atinado, siempre dispuesta a dirigir con esa virtud.  Ella fue una mujer de familia, que valoraba los vínculos; y así hacía sentir a todos los que le conocían, como si fueran familia.  
 
Pero hay dos cosas principales que hay que destacar de nuestra amada Minín.  Ella era una mujer de oración sinigual.  Oraba con autoridad, oraba con Fe, oraba con discernimiento y oraba en todo momento.  Los testimonios relacionados a este aspecto también deben ser escritos en múltiples volúmenes.  Pero solo por mencionar uno de ellos, cuando no había nada más que promesas para nuestra iglesia, ella fue de ese grupo de intercesores que movió el trono de Dios en oración, para que todo lo que estamos disfrutando hoy como congregación se materializara.  Sin duda alguna, fue un ejemplo a seguir en esa área.  Pero hay un aspecto que quizás es el más hermoso a destacar.  A Minín le gustaba cantar.  Es un secreto a voces que fue ella quien nos inculcó el amor por la canción, aspecto que hoy es parte distintivo de nuestra familia.  Fue ella quien nos enseñó a cantar, pues lo hacía de mañana, de tarde y en las noches.  Y en los momentos de circunstancias difíciles en su vida, fue la canción lo que sanó su corazón.  
 
El legado de Minín se verá reflejado en cada cosa que hacemos como iglesia.  Se verá reflejado en nuestro amor por las personas y en la manera como les recibimos, pues ella hacía sentir a todos como familia.  Su legado se verá reflejado en nuestro servicio y acompañamiento, pues eso fue lo que nos modeló por tantos años.  Su legado se verá reflejado en cada reunión de clamor, porque ella fue de las que forjó esa identidad en nosotros, de ser una iglesia de oración.  Su legado también se verá reflejado en cada alabanza que elevamos al Señor, pues eso fue lo que nos enseñó a hacer.
 
La tarde del 12 de Noviembre de 2024 fue el momento que Dios escogió para llamarla a su presencia.  Indudablemente hoy está delante de su amado salvador, por primera vez mirándole cara a cara, cantándole como solía hacer:
 
“Qué bonito son los ojos de Jesús, cuando miran con destellos de arrebol”.
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2 Comments


Mariela Rojas - November 14th, 2024 at 6:20am

Mis más sinceras condolencias a toda la familia pastoral y a la Iglesia de parte de Reynaldo Aquino y Mariela Rojas . Hay fiesta en los Cielos!

Awilda Robles - November 14th, 2024 at 1:11pm

Una gran perdida para nosotros que sentimos profundamente. Ahora está ante la presencia de su amado Salvador disfrutando de la patria celestial. Vamos a sentir su ausencia pero confiados de que nos veremos en gloria en un futuro no muy lejano. Mis condolencias a toda la familia les mando un abrazo. Descansa en paz.

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