Reflexiones de Esperanza: Efesios - la estructura de la primera oración en esta carta (Parte XXIII)

“según la operación del poder de su fuerza...”  (Efesios 1:19b, RV 1960)

“according to the working of his mighty power…”(KJV)
 
El análisis del primer capítulo de la Carta del Apóstol Pablo a los Efesios describe la necesidad de recibir, de saber, de entender, de conocer (“eidenai”, G1492) el poder de Dios. El Apóstol dice en esa carta que este conocimiento hay que recibirlo mediante revelación del Espíritu Santo:

“18 Pido que Dios les abra la mente para que vean y sepan lo que él tiene preparado para la gente que ha llamado. Entonces podrán participar de las ricas y abundantes bendiciones que él ha prometido a su pueblo santo. 19 Verán también lo grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran poder 20 con el que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio el derecho de sentarse a su derecha en el cielo” (Efesios 1:18-20, PDT)
 
Un dato interesante que encontramos en este pasaje es que el vocabulario utilizado por Pablo describe que esa revelación produce una acción que él llama “eidenai”. Este verbo describe la acción de entender, de experimentar. La forma en que el  Apóstol lo usa describe una acción que debe iniciar ahora[1] al mismo tiempo que se completará en un punto en el futuro.[2] O sea, que Pablo no solo está diciendo que el poder de Dios tiene que ser revelado (“phōtizō”, G5461). Pablo, utilizando un verbo, está diciendo que esa revelación nos lleva a conocer y a entender el poder de Dios y que ese conocimiento se completará en el futuro. Él dice todo esto con una sola palabra: “eidenai”.
 
Ahora bien, Pablo hace algo más; él señala que nosotros, los creyentes en Cristo, hemos sido llamados a operar bajo ese poder. Es más, él dice que tenemos que vivir y ser lo que somos a través de la operación de ese poder puesto en acción:
 
“según la operación del poder de su fuerza.” (Efesios 1:19b, RV 1960)
 
La reflexión anterior nos permitió comenzar el análisis de lo que Pablo está describiendo aquí. La operación del poder de la fuerza que posee Dios es sinónimo del quantum, de la cantidad “energeia” (G1753) del poder de Dios puesto en acción. Repasando esta expresión paulina el concepto “operación” sirve para describir que cantidad o cuantía del poder de Dios es el que está en acción. Dicho de otro modo, la resurrección de Jesucristo sólo necesitó una porción (“energeia”) del poder (“ischus”, G2479). de Dios puesto en acción (“kratos”,G2904).
 
Es cierto que el concepto “energeia” en ocasiones puede ser traducido como “trabajo”, estar involucrado en alguna actividad o función.[3] Este concepto significa “poder”, “fuerza, “actividad” (Efe 1:19; 3:7; 4:16; Fil 3:21; Col 1:29; 2:12; 2 Tes 2:9, 11).[4] Sabemos que Satanás tiene algún poder, pero Cristo es el Todopoderoso (Apoc 1:8; 4:8)
 
Desde el punto divino, el concepto “energeia” (G1753) está relacionado al quantum de fuerza utilizado en la creación; o sea, el poder creador.[5] Dicho de otra manera, la operación del poder de Dios puesto en acción es sinónimo del poder utilizado para la creación. Pablo dice en la Carta a los Efesios que esa operación fue la que Dios utilizó para resucitar a Jesucristo de entre los muertos.
 
Repetimos que Pablo está diciendo aquí que él está orando para que la Iglesia reciba esa revelación. Repetimos que Pablo está diciendo que esa revelación produce en nosotros la acción que él llama “eidenai”: la acción de entender, de experimentar ese poder. Repetimos que Pablo está diciendo que esa acción debe iniciar ahora y al mismo tiempo, que se completará en un punto en el futuro.
 
O sea, que Pablo está diciendo que la operación del poder de Dios en la creación tiene que ser revelado. Pablo está diciendo que la operación del poder de Dios en la creación tiene que ser conocido y experimentado. Pablo está diciendo que la operación del poder de Dios en la creación se comienza a experimentar aquí y ahora. Pablo está diciendo que la operación del poder de Dios en la creación se completará en el futuro: en el cielo. Pablo está diciendo que la operación del poder de Dios en la creación es la misma operación del poder de Dios en la resurrección de Jesucristo nuestro Señor.
 
Pablo está diciendo que conocemos el poder de Dios en la creación a través de la operación de la resurrección de Jesucristo.

Todos los milagros que encontramos en la Biblia fueron desarrollados según la operación del poder de Dios en acción: según la operación del poder de Su fuerza.
 
La liberación del pueblo de Israel de la esclavitud ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios (Éxodo 14: 1-31). La resurrección del hijo de la viuda de Sarepta (1 Rey 17:8-24) y el de la Sunamita (2 Rey 4:8-36) ocurrieron según la operación del poder de la fuerza de Dios. El milagro de   de convertir el agua en vino (Juan 2:1-12) ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios. La multiplicación de los panes y los peces (Mateo 14: 13-21) ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios. El milagro de la caminata sobre el agua que encontramos en los Evangelios (Mateo 14: 22-27) ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios. La acción de Jesús de calmar la tempestad (Mateo 8:23-27) ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios. La mujer sanada del flujo de sangre y la resurrección de la hija de Jairo (Mcs 5:21-43) ocurrieron según la operación del poder de la fuerza de Dios. La resurrección de Lázaro (Juan 11: 38-44) ocurrió según la operación del poder de la fuerza de Dios. Estos son solo algunos ejemplos de los milagros que encontramos en la Biblia.
 
Tenemos que añadir que los milagros que ocurren hoy se desarrollan según la operación del poder de la fuerza de Dios.
 
Sabemos que las personas que no conocen al Señor no pueden entender cómo opera esta “energeia”: cómo funciona la operación de este poder. Tenemos un ejemplo de esto en el Evangelio de Mateo:
 
“1 En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús, 2 y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos poderes.”  (Mateo 14:1-2)
 
Las personas que no conocen al Señor generalmente sufren del mal de producir explicaciones aberrantes para aquello que no pueden entender. Algunos creyentes en Cristo también sufren de este mal. No obstante, nosotros, los que creemos en Cristo Jesús como el Señor de la vida y de la resurrección, como nuestro Salvador, hemos sido llamados a vivir según esa operación.
 
Pablo lo señala así en sus cartas: tenemos que vivir y trabajar efectivamente según la disposición de ese poder.[6] Por ejemplo, el Apóstol Pablo dice lo siguiente acerca de esto en la misma Carta a los Efesios:

“6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.” (Efesios 3:6-7, RV 1960)

“7 Y yo he sido puesto al servicio de este mensaje por la bondad y la misericordia que Dios ha tenido conmigo, quien ha mostrado así su gran poder.” (DHH)

“7 De este evangelio llegué a ser servidor. Este fue el regalo que Dios me dio por su gracia, conforme a su poder eficaz.” (NVI)

“7 Por su amor inmerecido, Dios me dio el privilegio de servirle anunciando estas buenas nuevas, con la ayuda eficaz de su poder.” (NBV)
           
El resumen de esas expresiones es que recibimos el don de servir en el Evangelio como un regalo  de la gracia de Dios, como un favor. Además, que esto es una demostración de la operación (“energeia”) de ese poder (“dunamis”, G1411). O sea, que nuestro servicio en el Evangelio es producto de esa operación, de esa “energeia.” Tenemos el privilegio de servir porque Cristo nos regaló esa oportunidad mediante la operación del poder de su fuerza.
           
El Apóstol también dice que nuestras luchas aquí no pueden ser desarrolladas con nuestras fuerzas. Nuestro trabajo y nuestras luchas aquí tienen que ser entabladas según actúe (“energeia”) ese poder en nosotros.

“29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.”  (Colosenses 1:29, RV 1960)

“29 Para esto trabajo y lucho con toda la fuerza y el poder que Cristo me da.”(DHH)

“29 Con este fin trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí.”(NVI)

“29 A tal fin trabajo con mucho empeño gracias al poder de Cristo que actúa en mí y me fortalece.”  (PDT)

“29 Esa es mi tarea y lucho para realizarla con toda la fuerza y el poder que Cristo me da.”(NBV)
           
A base de esto tenemos que concluir que no podemos ni siquiera salir a cumplir con nuestra tarea Cristiana si no lo hacemos según la operación del poder de la fuerza de Dios.
             
La Biblia dice que los creyentes en Cristo fuimos resucitados con Cristo el día en el que Él fue levantado de entre los muertos.

“12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,” (Colosenses 2:12-13, RV1960)

Hay una resurrección física que se va a efectuar el día del rapto de la Iglesia. Hay una resurrección espiritual que se desata en cada uno de aquellos que recibimos a Jesucristo como Salvador y como Señor de nuestras vidas. Esta fue una de las conquistas que fueron selladas el día de la resurrección de nuestro Señor. Es por esto que tenemos que vivir vidas resucitadas, vidas bajo el poder de la resurrección. Esto ocurre según la operación del poder de la fuerza de Dios.

Ahora bien, ¿cómo opera ese poder? No existen respuestas humanas para esa pregunta. Sabemos que el quantum de energía del poder de Dios en el cuerpo de Sara, la esposa de Abraham, tiene que haber afectado mucho más que su vientre y su sistema endocrino (Gen 21:1-7). Una mujer de 90 años no está en condiciones de quedar embarazada ni de parir un muchacho. La operación del poder de la fuerza de Dios la hizo concebir y le permitió parir.

Abraham tampoco estaba preparado para esto a los 100 años de edad. Un dato extraordinario es que el toque de ese quantum de poder de Dios en acción privilegió a Abraham para ser padre de varios hijos adicionales después que Sara se mudó a la eternidad. La Biblia dice que este hombre, “ya viejo, y bien avanzado en años…” (Gen 24:1) pudo engendrar seis (6) hijos adicionales a Ismael y a Isaac antes de morir a los 175 años (Gn 25:1-8).

Ese quantum del poder de Dios en acción tiene que poseer una precisión extraordinaria. Basta considerar cuándo es que ese poder comenzó a calentar la caldera del volcán en Thera (la isla de Santorini) para que este pudiera hacer erupción en el momento preciso. Esto es, para producir todas las operaciones y los efectos (las plagas) necesarios para que el pueblo de Israel saliera de Egipto.

Ese quantum de poder debe haber tocado algo más que los oídos de Lázaro para que este pudiera escuchar la voz del Creador llamándole por su nombre y que pudiera resucitar de los muertos. Un cuerpo que lleva cuatro (4) días descomponiéndose necesita mucho más que esto (Jn 11:38-44). Es obvio que todos los sistemas de ese cuerpo habían dejado de ser operacionales. El quantum de fuerza de ese poder lo resucitó y lo hizo instantáneamente; al sonido de la orden de Aquél que es la resurrección y la vida.

Es importante desatacar que la Biblia dice que el poder para crear los cielos y la tierra y para sostener todo lo creado está en Cristo.

“1 En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas. 2 Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo, mediante el cual creó los mundos y al cual ha hecho heredero de todas las cosas. 3 Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de limpiarnos de nuestros pecados, se ha sentado en el cielo, a la derecha del trono de Dios...” (Hebreos 1:1-3, DHH)

En otras palabras, este pasaje bíblico dice que el poder de la creación está en la palabra de Cristo Jesús. Esto es, el poder de la fuerza de Dios está en la Palabra de nuestro Señor. El quantum de fuerza que se desata en cada milagro obedece al poder de Su Palabra. Por lo tanto, no debe sorprendernos que Cristo hable y los electrones, los átomos, las moléculas y los espacios entre estas obedezcan al Señor de la vida.

Permítanos repetir esto último desde una perspectiva de la física cuántica. Albert Einstein propuso que la energía era igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz (E=mc2). O sea, que la energía de un cuerpo en reposo (E) se puede calcular como la masa (m) multiplicada por la velocidad de la luz (c = aproximadamente 180 mil millas por segundo) al cuadrado.

Esto significa que un aumento en la energía causa un aumento en la masa. Esto es así porque la velocidad de la luz es constante e inalterable. Otra vez, si se aumenta la energía se aumenta la masa; la velocidad de la luz no cambia.

Al mismo tiempo, teóricamente, esa ecuación dice que para producir la masa hace falta controlar la energía (E/c2 =m). Una vez más, si queremos tener masa, algo tangible o medible, necesitamos controlar la energía. Esto es para la física solo una explicación teórica porque nadie puede controlar la luz. La luz se controla ella misma.

Una vez más, de acuerdo con esta ecuación (E=mc2), lo único que puede controlar la energía es la luz (c2). Preguntamos lo siguiente: ¿quién es la luz del mundo? La Biblia dice que Cristo Jesús es la luz del mundo (Jn 8:12). Por lo tanto, Aquél que creó los cielos y la tierra es la luz del mundo y Él puede controlar la energía. La energía tiene que obedecer a la luz del mundo. Cristo puede producir la masa, aquello tangible  o medible.

Desde el punto de vista filosófico, Aristóteles definió la “energeia” como la actualización de un potencial.[7] Cuando Aristóteles hablaba acerca de esto decía que hay un sentido débil del potencial: algo tiene la oportunidad de suceder o de no suceder. Además, añadía él, hay un sentido fuerte del potencial: las cosas se van hacer bien o van a concluir bien. Ambas están predicadas sobre el cambio.
 
Debemos añadir una explicación adicional. La física como ciencia pura ha definido que los materiales poseen diferentes potenciales. Uno de ellos es que se puede construir con estos. La construcción es un movimiento que está presente como un potencial en los materiales de construcción. La física ha definido la “energeia” como poner en acción la construcción de los materiales. En otras palabras, liberar el potencial del movimiento y el potencial de ser usados en la construcción.
 
Desde este punto de vista la manifestación de la operación del poder de la fuerza de Dios lo que hace es actualizar un potencial que no se ha alcanzado o que no se había descubierto que existía. La manifestación de la operación del poder de la fuerza de Dios hace algo más que poner en movimiento los materiales. Esa operación hace posible lo imposible.
 
La Biblia dice que la fe es lo único que tenemos que tener a la mano para pasar de un sentido débil de la actualización del potencial a uno fuerte.
 
“23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” (Marcos 9:23)
 
“37 porque nada hay imposible para Dios.” (Lucas 1:37)
 
“13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)
   
Pablo dice que la operación del poder de la fuerza de Dios está disponible para los que creen en el Señor (Efe 1:19-20). La fe en Cristo Jesús desata la operación del poder de la fuerza de Dios. La fe en Cristo Jesús hace posible lo imposible. La fe en Cristo Jesús consigue la actualización del potencial que ni siquiera conocemos, pero que Dios conoce. La fe en Cristo Jesús es lo único que es necesario para ver la operación del poder de la fuerza de Dios.
 
“19 Oro también para que comprendan el increíblemente inmenso poder con que Dios ayuda a los que creen en él. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz 20 con que Dios levantó a Cristo de entre los muertos y lo sentó a su derecha en la gloria.”  (Efesios 1:19-20, NBV)
 
La Biblia nos hace esta invitación; aquellos que creen en Cristo Jesús deben orar para que el Señor se manifieste entre nosotros según la operación del poder de su fuerza.
Referencias
 
[1] Element incoativo: https://www.merriam-webster.com/dictionary/inchoative.
   
[2] https://dictionary.cambridge.org/grammar/british-grammar/perfect-infinitive-with-to-to-have-worked.
   
[3] Louw, J. P., & Nida, E. A. (1996). In Greek-English lexicon of the New Testament: based on semantic domains (electronic ed. of the 2nd edition., Vol. 1, p. 510). United Bible Societies.

[4] Tuggy, A. E. (2003). In Lexico griego-español del Nuevo Testamento (p. 318). Editorial Mundo Hispano.

[5] Delling, G. (1964–). ἐρευνάω, ἐξερευνάω. In G. Kittel, G. W. Bromiley, & G. Friedrich (Eds.), Theological dictionary of the New Testament (electronic ed., Vol. 2, pp. 635–655). Eerdmans.
   
[6] Strong, J. (1995). In Enhanced Strong’s Lexicon. Woodside Bible Fellowship.

[7] https://www.oxfordreference.com/view/10.1093/oi/authority.20110803095751659

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