Reflexiones de Esperanza: Efesios - la estructura de la primera oración en esta carta (Parte XXV)

“19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza”  (Efesios 1:19, RV 1960)

Las reflexiones anteriores nos han conducido al análisis de los conceptos del poder que Pablo utiliza en la Carta a los Efesios. En esa carta Pablo hace referencia a cuatro (4) conceptos que pueden ser traducidos como poder. Estos son: “dunamis” (G1411), “energeia” (G1753), “kratos” (G2904) e “ischus”(G2479). Los cuatro aparecen en el verso diez y nueve (19) del primer capítulo de la carta antes mencionada. Este verso bíblico describe la magnitud del poder de Dios.

“19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,”  (Efesios 1:19, RV 1960)

El Dr. Harold W. Hoehner ha propuesto que la mención de la supereminente grandeza del poder de Dios (dunamis) que está disponible para los que creen no es seguida por tres (3) conceptos poderosos por casualidad. Hoehner dice que literalmente Pablo está diciendo que el poder de Dios actúa de “acuerdo al poder del poder de su poder.” [1]
 
Debemos entender que para los griegos el mundo era una manifestación de fuerzas operando en, para y en este.[2] El primer concepto que Pablo utiliza, “dunamis” (G1411), es de donde surge el concepto dinamita. Hay que aclarar que esto no significa que el poder de Dios tenga que ser instantáneo o explosivo. Este concepto predica la idea del poder, de la habilidad y de la capacidad para actuar; en algunas ocasiones de manera misteriosa. Este concepto es utilizado 583 veces en la traducción al griego del Antiguo Testamento (la versión de los LXX). Algunos especialistas lo califican como poder potencial.[3]
 
El segundo concepto que Pablo utiliza es “enérgeia” (G1753), y este definido como poder actual o activo: operación.[4] Pablo utiliza este concepto como un verbo en modo activo. O sea, que describe una acción que se está desarrollando. En el caso del Nuevo Testamento el uso de este concepto se limita para la descripción de poderes sobrenaturales. Esto es, que se trata de la descripción del poder sobrenatural en operación o en acción.  
 
Lo que tenemos hasta aquí es la descripción del poder potencial de Dios y el poder activo de Dios.
 
El tercer concepto, “kratos” (G2904), es sin duda alguna el poder de Dios en acción. No obstante, es importante destacar que se utiliza en el Nuevo Testamento para exaltar el poder y el dominio de Dios (1 Ped 5:11; Jud 25; Apoc 5:13) y de Cristo (1 Tim 6:16; 1 Ped 4:11; Apoc 1:6; 5:13). Además, es necesario señalar que de “kratos” es que surgen los siguientes conceptos:

  • Teocracia: el gobierno de Dios               
  • Autocracia: el gobierno absoluto
  • Democracia: el gobierno del pueblo        
  • Plutocracia; el gobierno de los ricos
 
O sea, que este concepto también carga con la descripción de la fortaleza, el poder, el señorío y el dominio de aquel que lo tiene.[5]
 
Por último, el cuarto concepto, “ischus” (G2479) se utiliza para describir el poder, la fortaleza, la habilidad que se posee. En este verso es traducido como fuerza.
 
Ahora bien, ¿cómo se relacionan estos conceptos de poder entre sí? Es obvio que todos ellos están intrínsecamente relacionados unos con otros y hay traslapo (“overlaping”) entre ellos. El profesor Harold W. Hoehner, que dicho sea de paso, es el escritor de uno de los libros de exégesis más intensos acerca de la Carta a Los Efesios[6], utiliza algunas ilustraciones para demostrar la relación entre estos conceptos. Una de estas, la del tractor “bulldozer.” Hoehner señala que este tractor posee el potencial la habilidad, la capacidad (“dunamis”) para echar árboles al suelo. Cuando lo miramos y estudiamos sus capacidades podemos sentir e internalizar la fuerza inherente (“ischus”) que este posee. Sin embargo, su poder dominante (“kratos”) se hace obvio cuando lo encienden y escuchamos su motor y este comienza a moverse. Ahora bien, este conocimiento se transforma en algo completamente distinto cuando lo vemos derribar un árbol y pasarle por encima con facilidad. Es allí que conocemos su poder (“enérgeia”).[7]
 
Calvino,  utilizando la metáfora de un árbol, decía que “ischus” eran sus raíces, “kratos” su tronco y sus ramas y que “enérgeia” es el fruto de ese árbol.[8]
 
Con esto, Pablo está diciendo en esta carta que el poder de Dios no es uno pasivo; es activo.
 
Estos conceptos se dominan mucho mejor desde la óptica de la física cuántica. ¿Qué es la física cuántica? Debemos explicar que el mundo visible se rige por las reglas que desarrolló Isaac Newton; las reglas de newton. Estas reglas son buenas para el mundo que vemos a diario, pero no sirven en el mundo sub atómico. Los escenarios en los que operan los átomos se rigen por las reglas de la física cuántica.[9],[10]  
 
Por ejemplo, en el mundo visible nadie puede estar en dos (2) lugares al mismo tiempo. En cambio, en ese mundo un objeto sí puede estar en dos (2) lugares al mismo tiempo.[11], [12]Además, en el mundo sub atómico uno encuentra objetos que pueden poseer más de una naturaleza al mismo tiempo. En el mundo visible no.
 
Tomemos como ejemplo a los electrones. Sabemos que estos son partículas. En 1906 Joseph J. Thomson se ganó un premio nobel de física por descubrir esto.[13]  Lo que hace esta discusión interesante y relevante es que años más tarde, en 1929, Louis-Victor Pierre Raymond de Broglieo se ganó el mismo premio por descubrir que los electrones son ondas[14]. Lo que hizo grande este descubrimiento es que los electrones son esas dos cosas al mismo tiempo. O sea, que un objeto puede poseer dos naturalezas, dos descripciones, distintas al mismo tiempo.
 
Por otro lado, en la física cuántica encontramos que el tiempo se puede detener; una descripción elemental de la operación fuera del tiempo.
 
Aclaramos que ninguna de estas reglas le aplican a Dios. Dios creó estas reglas, pero Él no puede ser dominado por ninguna de estas. No obstante, estas reglas de la física cuántica nos conducen a formular algunas preguntas. ¿Un objeto creado puede estar en varios lugares al mismo tiempo y Aquél que lo creó no puede ser Omnipresente; estar en todas partes al mismo tiempo? ¿Un objeto creado puede existir en un tiempo que se detiene, que está fuera de las reglas del tiempo y Dios no puede ser eterno? ¿Un objeto creado puede ser partícula y onda al mismo tiempo y Dios no puede ser Padre, Hijo y Espíritu Santo siendo un solo Dios?
 
Estos datos son sólo una partícula infinitesimal del poder de Dios del que Pablo está hablando en la Carta a Los Efesios. Basta mirar los escenarios con los que trabaja la astronomía y la astrofísica para descubrir otro conjunto de escenarios, de reglas y de ecuaciones. Dios también es el Creador de esos escenarios.
 
El Apóstol está diciendo en la Carta a los Efesios que el poder que hace posible todas estas cosas está disponible para aquellos que creen en Cristo como el Señor y el Salvador. Pablo está diciendo en esta carta que el acceso a este poder es a través de la oración porque ese poder tiene que ser revelado. Leamos esas aseveraciones paulinas una vez más:
 
“15 Por eso yo, por mi parte, desde que me enteré de la fe que tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los santos, 16 no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones. 17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. 18 Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, 19 y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz 20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales”  (Efesios 1:15-20, NVI)
            
 Observemos la frecuencia con la que Pablo utiliza la oración en estos versos bíblicos:
  •  “16 no he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones.”
  • “17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso…”
  • “18 Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón…”
 
Observemos el énfasis que él hace en la necesidad que tenemos de conocer mejor al Señor: “para que lo conozcan mejor.” (v 17).
 
Ahora bien, dentro de los datos que Pablo nos comparte acerca del poder de Dios encontramos que ese poder no es pasivo; es activo. Otro dato, que ese poder es el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos.
 
Otro dato que Pablo comparte es que esta revelación la da el Espíritu de Dios; no hay otra manera de conseguirla: “el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.”(v.17). El profesor Hoehner hace énfasis en esto en el libro que hemos citado.[15]
 
Son relevantes algunas de las conclusiones a las que han arribado los estudiosos serios de la Carta a los Efesios. Una de estas es que la petición por la esperanza trabaja con el tema del pasado. Esto es así, entre otras cosas, porque el llamamiento de esta congregación y de sus miembros ya se había efectuado.
 
Otra conclusión es que la herencia que Pablo discute aquí trabaja con el tema del futuro (herencia en los cielos). Al mismo tiempo, la petición acerca de la revelación del poder que se entiende y se experimenta es para el presente.[16] Lo que esto significa es que Dios ha dispuesto que ese poder pueda ser experimentado y entendido aquí y ahora.
 
Ahora bien, Él ha limitado esta experiencia solo para aquellos que aman a Cristo y que lo han recibido como su Salvador y su Señor. Ese paso de fe que se conoce como conversión, provee el espacio para la regeneración y esta facilita el acceso a esta clase de revelación.
 
Es importante señalar que esta revelación, la que encontramos en la Carta a los Efesios, es correspondiente con la discusión que Pablo sostiene en otras de sus cartas. Por ejemplo, las cartas que le escribió a los hermanos en la Iglesia de Corinto.
 
“9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.  16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” (1 Corintios 2:9-16, RV 1960).
 
9 Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman»[17]. 10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. 11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido. 13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales. 14 El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. 15 En cambio, el que es espiritual lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque 16 «¿quién ha conocido la mente del Señor para que pueda instruirlo?» ” (DHH)
 
Este pasaje bíblico subraya que la revelación de la que estamos hablando se recibe en una mente  nueva, transformada: la mente de Cristo.
 
Es de todos conocido que hemos decidido circunscribir este análisis a uno de los cuatro conceptos que Pablo utiliza para describir el poder de Dios. Se trata del concepto “enérgeia” (G1753).
 
Este es el concepto que es traducido  en Efesios 1:19 aquí como operación. Concluimos esta reflexión con otra cita bíblica en la que el Apóstol Pablo utiliza este concepto. Esta cita relaciona este concepto con lo que va a suceder en breve: el rapto de la Iglesia.
 
“20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”  (Filipenses 3:20-21)
Referencias
   
[1] Hoehner, Harold W.. Ephesians (p. 269). Baker Publishing Group. Kindle Edition.
   
[2]  Grundmann, W. (1964–). δύναμαι, δυνατός, δυνατέω, ἀδύνατος, ἀδυνατέω, δύναμις, δυνάστης, δυναμόω,   ἐνδυναμόω. In G. Kittel, G. W. Bromiley, & G. Friedrich (Eds.), Theological dictionary of the New Testament (electronic ed., Vol. 2, p. 288). Eerdmans.

[3]  Hoehner, Harold W.. Ephesians, Ibid.
   
[4] Ibid.
   
[5] Ibid., p 271
   
[6] Su obra literaria posee 1272 páginas de análisis sobre esta carta.
   
[7] Hoehner, Harold W.. Ephesians Baker Publishing Group. Kindle Edition, p. 271.
   
[8] Calvin, [Jean]. The Epistles of Paul the Apostle to the Galatians, Ephesians, Philippians and Colossians, p 165. Translated by T. H. L. Parker. Calvin’s Commentaries, ed. David W. Torrance and Thomas F. Torrance. Grand Rapids: Eerdmans; Edinburgh: Oliver & Boyd, 1965, 121– 224 [121– 23] [1st published in 1548].
   
[9] https://arxiv.org/abs/quant-ph/0405069#:~:text=We propose six principles as,indestructibility and increatiblity of particles.
   
[10]  http://chadorzel.com/principles/2010/01/20/seven-essential-elements-of-qu/
   
[11] https://www.askamathematician.com/2009/12/q-can-things-really-be-in-two-places-at-the-same-time/
   
[12] https://www.livescience.com/2000-atoms-in-two-places-at-once.html.
   
[13] https://www.britannica.com/science/atom/Discovery-of-radioactivity.
   
[14] https://www.nobelprize.org/prizes/physics/1929/broglie/facts/.
   
[15]  Hoehner, Harold W.. Ephesians. Baker Publishing Group. Kindle Edition, p. 258.
   
[16] Hoehner, Harold W.. Ephesians. Baker Publishing Group. Kindle Edition, p. 268.
   
[17]  Cita de Isaías 64:4.

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